CAPÍTULO 07

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―¿Cómo sé que puedo confiar en ti? ―inquirió con cierta diversión Nina, colocando en duda la propuesta de Derek.

Algo que obviamente él no se tomó bien.

―¿Cómo sé que yo puedo confiar en ti?

Inmediatamente, ambos se observaron fijamente, sin apartarse la mirada.

Derek, quien tenía un carácter complicado desde joven, estaba acostumbrado a que la gente le apartase la mirada de forma inmediata, pero por alguna razón, Nina Argent era como una astilla en su pie; Irritante, bromista y desafiante, la cazadora no se dejaba aminorar.

―Supongamos que me gusta tu idea y acepto, ¿Qué ganaré a cambio? ―planteó Nina ligeramente interesada.

―¿Qué quieres?

«Puff, ¿por qué no empezamos mejor por que no quiero, corazón?». 

―Bien. Quiero que me digas todo lo que sabes sobre Beacon Hills, y sí, eso incluye todo sobre el Alfa ―expresó convencida de sus deseos.

Inmediatamente, Derek se mostró renuente.

―Te diré la mayoría de las cosas que sé a cambio de que me cuentes todo sobre el ataque y que te apartes de esto ―replanteó él, a lo que la chica hizo un sonido de negación. 

Consecuentemente, Derek volvió a aplicar un algodón con alcohol en la herida de la chica, disfrutando de la mueca de dolor que formó.

―¡Auch! ―se quejó, frunciendo su rostro y apartándolo de inmediato―. ¿Qué estás haciendo?, ¿Estás torturándome, o qué?

―Estoy jugando un poco ―explicó―. No pienses que eres la única que siempre consigue todo lo que quiere. Te diré lo que quieras saber, y a cambio tú me comentarás sobre el ataque y te saldrás de esto. ¿Tenemos un trato?

«No hay trato, ¡Sólo hay sed de venganza!».

Con todo el narcisismo que la adolescente pudo reunir, movió su cuerpo más cerca del hombre lobo para quedar cerca de su rostro. Y sonrió.

―Puedes jugar o hacer lo que se te venga la gana, Derek, y aun así no conseguirás sacarme de esto. Mejor ríndete ―enarcando una ceja, continuó―: O puedo ofrecerte un nuevo trato. Uno mejor.

Inmediatamente, los ojos de Derek brillaron en curiosidad. 

―¿Qué trato?

―Enséñame tus ojos a cambio de que te cuente sobre el ataque en el autobús.

Predeciblemente, Derek rodó sus ojos y resopló.

―Sabes que puedo enterarme de lo que ocurrió y aún así no mostrarte mis ojos, ¿cierto? ―sopesó él, demostrándole lo inútil que era en su jugada―. No creas que estás en posición de negociar.

―Tienes razón. Puedes enterarte de lo que pasó sin que yo te lo cuente, Hale, pero ese es el problema, quieres que yo te lo cuente ―puntualizó Nina, batiendo sus pestañas con coquetería.

Dejó que su magia encantadora y su cínica sonrisa hicieran lo suyo, pero claro, él no era un joven hormonal; Derek Hale era la perfecta personificación de la indiferencia.

―Quiero que te mantengas fuera de esto, y también de mi propiedad.

―Pero si tú me invitaste a entrar ―protestó Nina, enojada.

―Yo no te invité.

―Me arrastraste hasta aquí luego de haber metido tus dedos en mi herida. Lo siento, Hale, pero eso para mí fue un "ven aquí, Nina, hagámonos íntimos amigos y cuéntame de tu vida a cambio de que yo te muestre mis ojos de hombre lobo".

➀𝐂𝐨𝐥𝐝 𝐚𝐬 𝐦𝐞╊𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐇𝐚𝐥𝐞Where stories live. Discover now