CAPÍTULO 29

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Por cada paso que Nina daba en dirección a casa de Stiles, su corazón aceleraba la marcha de sus latidos, casi advirtiéndole que todavía estaba a tiempo de arrepentirse y correr de vuelta a casa.

La ansiedad la comía viva desde que las palabras 'Derek', 'casa' y 'controlarlo' formaron el mensaje que leyó.

En un principio, y por salud mental, había pensado en ignorarlo y seguir escuchando música en su tiempo a solas, pero antes de inventar una excusa, ya tenía puestos sus mejores tacones, la blusa más bonita que encontró y su labial carmesí.

Claramente no se arregló para ver a Stiles, pero como él estaba acompañado de cierto lobo que anoche la había besado con tanta intensidad al punto de desbaratar sus hormonas, al menos trató de verse guapa.

Y hasta ahora no se arrepentía de nada, excepto de no haber cogido un Uber, pero en fin, ya era tarde para tomarlo cuando estaba a tan pocas cuadras. La canción Crazy de Gnarls Barkley ajustaba su animado paso, haciéndola pensar que esa canción había sido creada para ella, pues la describía a la perfección.

Estaba loca, sí, justo como él.

Subiéndole todo el volumen al reproductor, se apresuró en caminar más rápido.

Ignoró el desaforado latir de su corazón que le decía 'hey, ¿estás segura de querer verlo de nuevo?', y apartó el temor de no saber qué hacer cuando lo tuviese en frente. Desconoció cualquier sensación que Derek le provocaba, para simplemente tocar la puerta y dejarse ser.

Tras un breve momento de espera, Stiles le abrió la puerta y la observó algo aliviado.

«Muy bien, ya vi a Stiles, sigue vivo, se ve bien. ¡Okay! Ya hice mi trabajo. ¡Run, bitch, run!».

De repente, la expresión alegre que había cargado durante el camino se vio engullida por el pánico que le provocaba enfrentarse al lobo, e hizo el ademán de salir corriendo hasta salir del Estado, cosa que Stiles rápidamente evitó.

Sujetándola por los hombros, la obligó a entrar en su casa y cerró la puerta para sellarle la salida.

Nina observaba acobardada a su amigo hablarle con gran entusiasmo, más frunció su ceño cuando él terminó puesto que no le había entendido nada.

En sus oídos, Gnarls Barkley continuaba diciéndole que creía que ella estaba loca, y lo cierto era que sí, lo estaba.

«Estúpida, estúpida, estúpida. ¡ESTÚPIDA! ¿Por qué demonios accedí a venir? Si Stiles iba a estar bien controlando a Derek solo. Ah, pero no, ¡Vamos a ponernos bonitas para que vea de lo que se pierde! Puff. ¿Ahora qué se supone que voy a hacer? ¿Cómo lo saludo? ¿De un beso, un gesto con la cabeza, una daga voladora? No, no quiero hacer las cosas extrañas. No besos, ¡Por nada del mundo le daré un beso! Ahora, si él quiere, pues... pues... ¿no? ¿sí?».

―Qué bueno que viniste ―manifestó Stiles, sosteniéndola con fuerza. En sus ojos era evidente cómo Derek lo había superado en tan pocos minutos que, ahora más aliviado por su presencia, le daba las gracias por aparecerse ahí.

―Sólo vine para asegurarme de que siguieras vivo, y lo estás. Bien por ti. Ahora debo irme.

―¡No! No lo harás. No puedes dejarme solo ―La forzó a caminar rumbo a su escalera, desatando una mini pelea en su pasillo sobre quién tenía más fuerza.

Nina no tuvo ningún problema en sacarle ventaja a su amigo, pues los años de entrenamiento le habían sacado muy buena resistencia, fuerza y masa muscular útil para ese tipo de peleas. No obstante, la desesperación de Stiles lo podía todo.

➀𝐂𝐨𝐥𝐝 𝐚𝐬 𝐦𝐞╊𝐃𝐞𝐫𝐞𝐤 𝐇𝐚𝐥𝐞Donde viven las historias. Descúbrelo ahora