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Shinichi movió un par de veces más el líquido humeante de su taza antes de llevársela a los labios

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Shinichi movió un par de veces más el líquido humeante de su taza antes de llevársela a los labios. Estaba caliente, perfecto para esa época del año; su amargura era como un regalo caído del cielo para hacerle despertar bien por la mañana.

Dicen que el café es de adultos. Cuando era pequeño, Shinichi solía escabullirse en la cocina luego de que su madre se lo preparara para merendar y tomaba todo lo que podía. Al principio, le pareció tan amargo que no entendía cómo podía gustarle eso tanto a sus padres. Pero había escuchado que eso era lo que tomaban las personas mayores, así que no se rindió y siguió volviendo hasta que el amargo que volvió algo constante en su lengua y ya no le desagradaba tanto. Claro que, cuando su madre le pilló, se ganó una buena reprimenda. Gracias a su encantador hijo, Yukiko estuvo más de un mes pensando que tenían un fantasma adicto a la cafeína en su casa. Por suerte, sólo era un crío adicto a los misterios y con una prisa algo alarmante por crecer.

Sonrió un poco bajo el borde de la taza, porque la cara que puso cuando pequeño la primera vez al probarlo le recordaba bastante a la que lo observaba en ese momento. Los mismos ojos azules, la misma expresión de asco. Entre las manos de aquel hombre de cabellos revueltos, descansaba una taza de la que salía humo perteneciente a chocolate caliente. Sus largas pestañas se le pegaban unas a otras y creaban, junto a un par de lagañas, la visión perfecta de un niño acabado de despertar. Curiosamente, el niño estaba a cinco cortos meses de cumplir diecinueve años.

Kaito y él habían adoptado esa rutina desde hacía casi dos años. Shinichi se levantaba primero y hacía el desayuno para ambos, porque si dejaba que su novio lo hiciera, al final se inventaba cualquier excusa para no oler ni de lejos el café —y normalmente esas excusas y distracciones derivaban a otro desayuno completamente distinto que dejaba al real enfriándose en la mesa; una pena, porque Kaito luego lloraba como un bebé porque su chocolate caliente se había enfriado. Así pues, si el detective quería su ración de cafeína diaria, debía buscarse cualquier forma de despertar antes que Kaito. No era difícil; el mago tenía un sueño realmente profundo, y si al escurrirse de la cama dejaba una almohada en su lugar, él ni se enteraba del cambiazo. Además, sabía que a ese hombre le encantaba que lo despertara entre besos y con el olor de fondo de aquel chocolate que tanto le encantaba. Y tampoco podía desagradarle mucho el café, porque siempre besaba a Shinichi con ansias por mucho que supiera a él.

El detective rió con gracia y siguió tomando su desayuno tranquilamente bajo la atenta mirada de su novio. Él estaba medio tirado en la mesa, mientras que el propio Shinichi tenía por costumbre el sentarse con las piernas encima de la silla y dobladas hacia su pecho. Era un mal vicio y lo sabía; dependiendo del día y del humor en el que Kaito se levantase, esa postura le traía malas consecuencias —o buenas, quién sabe. La cuestión era que el escenario era típico de cada mañana.

—¿Qué es tan gracioso? —preguntó Kuroba desde su asiento, refregándose un ojo para poder espabilarse un poco más.

—Nada~ —su novio canturreó tan disimuladamente como pudo antes de seguir bebiendo ese néctar que debió haber caído del cielo.

Kaito, sin embargo, volvió a poner cara de asco.

—No entiendo cómo puedes beber tanto de esa cosa. —Su cara de repulsión se acentuó al arrugar la nariz—. Y ni siquiera le echas azúcar. En serio, a veces me cuesta creer que seas humano, Shin-chan.

—Y tú un día de estos morirás de diabetes. ¿Sabes lo malo que es el chocolate?

—¿Sabías que una noche de sexo intenso sirve para quemar una caja entera de bombones? —El mago levantó las cejas inquisidoramente para después relamerse los labios—. Aunque también vale durante el día.

—No tengo energía suficiente en el cuerpo para aguantar todas las horas que tú necesitas para quemar todo el chocolate que comes, Kaito. Sin embargo... —Shinichi se inclinó por encima de la mesa, con las rodillas apoyadas en la silla. Llegó a alcanzar el rostro de su novio y lo cogió por la barbilla para que no se moviera. Bajo los ojos resplandecientes del mago, Shinichi sacó la lengua y le lamió la comisura de la boca antes de darle un beso en los labios. Nada más saborear a su preciado detective, Kaito entendió lo que Shinichi había hecho—. Debo admitir que tienes razón —murmuró sobre sus labios—. Lo dulce no está nada mal.

Kaito se relamió los labios de nuevo; si había algo que le gustase más que el sabor a chocolate, era el sabor del chocolate mezclado con el de Shinichi. Una mezcla explosiva hecha para volverlo especialmente loco.

—¿Eso significa que dejarás el café?

Kudo se carcajeó y volvió a su asiento, con su preciada taza de café y una sonrisa en sus labios, justo la que le quitó a su novio al negar con la cabeza.

—Ni lo sueñes.

Shinichi adoraba el café. Kaito nunca entendería por qué. Sabía amargo y para colmo Shinichi ni siquiera le echaba azúcar. Él prefería la dulzura del chocolate. Su novio no aguantaba tanto empalagosamiento en la boca. En general, a Shinichi no le gustaba el dulce —sobra decir que Kaito no entendía eso tampoco. Sin embargo, el detective estaba bien así. Después de todo, Kaito ya le daba la ración de azúcar necesaria en su vida, de sobra para quitarle el sabor amargo a su día a día.

 Después de todo, Kaito ya le daba la ración de azúcar necesaria en su vida, de sobra para quitarle el sabor amargo a su día a día

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Juju~ Apuesto a que esta no se la esperaban ¬u¬ Normal, no me la esperaba ni yo tampoco xd

Ay, inaugurar mis historias yaoi con el KaiShin es tope beautiful :'3 Que me quedan más ShinKai que otra cosa, pero bueno xdxdxd

Llega la época de la Navidad, del amor, de los regalos, de mi cumpleaños COFCOF Okno, pero sí xd

Esa época en la que siempre digo que actualizaré y luego es mentira :v

Esa época en la que siempre me propongo para año nuevo acabar una historia y... pos también es mentira xdxdxd

Pero bueno, esa época :'3

Y como es la época del amor, voy a dejar esto para publicar hermosos one-shots con un montón de fluff según se me vayan ocurriendo~

No esperen nada del otro mundo que Imaginación-chan me la robó Kaito o qué sé yo y todavía no la ha devuelto xd

𝒞hocolate & 𝒞offee | sʜɪɴᴋᴀɪWhere stories live. Discover now