ℱrozen

1.2K 106 32
                                    

〔♡〕preshinkai

Al principio, Ran no supo qué decir

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Al principio, Ran no supo qué decir. Y es algo completamente normal. No todos los días tu novio se presenta en tu casa con una mirada de lo más seria y te dice «Tenemos que hablar». Y todo el mundo sabe que esas charlas nunca acaban bien.

—Tenemos que dejarlo —le dijo, sin pena ni anestesia. Es que ni le relajó un poquito el golpe. Ahí, de sopetón, le soltó la bomba.

Y Ran se enfadó al principio, claro que sí. Porque a ver por qué se le había antojado ahora a Shinichi cortar si el día de antes estaban tan bien. Quiso golpearle, tirarle algo a la cabeza y cortarle los testículos, y no muy segura de si en ese orden precisamente.

—¿Y por qué, amor mío, si se puede saber, quieres cortar conmigo? —Y la pregunta exacta era «¡¿Qué coño te pasa ahora, detective con complejo de hombre embarazado?! ¡DEJA DE DARME DISGUSTOS!»

Y para ser sincera, lo que le enfadaba no era que Shinichi la dejara. No, Ran puede vivir con eso. Lo que en verdad le enfadó es que lo soltara ahí, sin más, sin un poquito de anticipación. A ver qué le costaba mandarle indirectas el día anterior en vez de pasarse toda la tarde con ella jugando al Mario Kart como normalmente hacían.

—Porque un día de estos voy a ponerte los cuernos con él y no creo que te haga gracia.

Y, bueno, la ruptura fue un poquito menos dolorosa gracias a eso. Porque una cosa es que te dejen por otra, y otra muy distinta es que tu novio corte contigo porque se quiere tirar a uno de sus amigos —y especifico: amigos, en masculino.

Es cierto, sí, al principio fue un poco chocante. Pero ella no era quién para interponerse entre Shinichi y su sexualidad, y si agarrarle las tetas ya no le hacía feliz, entonces lo dejaría ir.

Bien, vale, de acuerdo, hasta ahí todo bien. Ran lo asumió, le dio su apoyo y le intentó sonsacar quién era ese amigo por el que la había dejado (en vano. Shinichi era duro de mollera y no soltó ni una palabra el muy maldito). Y de verdad que estaba bien. O sea, le pareció correcto en su momento que su mejor amigo siguiese a sus instintos y se dejara llevar...

Pero asumió que eso sería en días, semanas a lo mucho. No que han pasado seis meses y Shinichi sigue rondándole como un buitre —definición exclusiva de Ran, porque aún no sabe quién es pero es consciente de que el detective no le quita el ojo de encima.

¿Y si no siente lo mismo? ¿Y si deja de hablarme? ¿Y si me coge asco? ¿Y si me corresponde? No estoy preparado para eso. Es mucha responsabilidad. ¡No estoy preparado para consumar el matrimonio todavía!

Y aunque Ran no sabía de qué matrimonio hablaba, sí que asumió desde el primer momento en el que las palabras dejaron la boca de Shinichi que necesita ayuda. Aparte de psiquiátrica, claro.

Así que ha decidido por sí solita que no quiere que Shinichi se quede para vestir santos y como siga así se lo va a ganar a pulso.

No es que no tenga pistas de quién es ese "hombre misterioso". Porque Kudo no es precisamente discreto, por si alguien se lo pregunta. Y Ran no tiene ni un pelo de tonta.

𝒞hocolate & 𝒞offee | sʜɪɴᴋᴀɪWhere stories live. Discover now