Mine (TAYVIN) 2da temporada

Mientras Adam no está...

Algunas semanas después...

Taylor:

Me pasee por el salón mientras hablaba por teléfono.

Era Adam por milésima vez en el mes, no había un día en que no me llamará, desde el día que salí del hospital. En cada una de sus llamadas seguía pidiendo disculpas no haberme acompañado a aquella noche en el hospital.

Aunque yo seguía sin comprender porque Joe se había comportado de esa manera tan extraña, así que mejor decidí dejar a un lado mis problemas con Adam, después de todo hacía un mes que no lo veía.

Adam había salido de viaje hacía semanas, ¿A dónde? No lo sabía, pero lo que si sabía era que habían sido las semanas más relajantes durante mi embarazo.

—Volveré mañana por la mañana, y lo primero que quiero cuando llegue a Los Ángeles es verte— aseguró Adam al otro lado del teléfono con voz alegre. –No puedo esperar a ver cuánto ha crecido nuestra pequeña— Pude imaginarme a Adam sonriendo al decir esto último

Me miré en el gran espejo del salón, ciertamente mi vientre había crecido enormemente las últimas semanas. Faltaban por lo menos tres semanas para que la pequeña Alison naciera pero yo ya no podía ni caminar sin cansarme rápidamente.

—Querrás decir cuánto he engordado— resoplé, —No puedo ni mirarme los pies, ¡Ni siquiera puedo ponerme los zapatos! Desde ahora sólo puedo usar zapatos de goma— me quejé

—Mándame una foto— exclamó el Adam al otro lado del teléfono.

—¿Otra? Te he mandado un montón...— solté una risita, cada vez que Adam me llamaba exigía un fotografía

—Por favor, a mí... a mi madre le gustaría— soltó con un suspiro contenido

No pude evitar detenerme en seco frente al gran espejo del salón. Adam casi nunca hablaba de sus padres. —¿A tu madre?

—Sí, debí decírtelo... estoy de vista con mis padres—

—No, no tenías que decírmelo— sentí un malestar, al tener esas palabras en mi boca

—Tay, necesito verte. Mañana mismo. – hablo esta vez serio

Eso me mortifico, miré hacía el otro lado del salón, Selena revoloteaba distribuyendo arreglos florales por todos lados junto con Hailee y Gigi adornaba el salón con brillantes guirnaldas de luces de colores.

—No creo que sea un buen día— me pasó la mano por la nuca. Mañana sería mi Baby Shower, un día que aunque me agobiaba sabía que mis amigas se habían esforzado para que todo fuera perfecto, desde las invitaciones perfectamente elaboradas con cup cakes hasta la hermosa decoración del salón. No había un rincón de este sin que no estuviera cubierto de flores o golosinas con cobertura rosada. Tenía que admitir que todo era demasiado perfecto.

—¿Por qué no? Taylor he estado fuera casi un mes, deseo verte más que a cualquier otra persona— replicó evidentemente molesto

—Creí que querrías ver a tu novia primero— me atreví a decir

Adam soltó un gruñido. –No, quiero verte a ti. ¿Es mucho pedir?—

—Sí, de hecho lo es... mañana estaré ocupada. Las chicas han organizado una fiesta muy especial para mí, quiero pasármela bien y tú....— fui bajando el tono de voz hasta que Adam me cortó

—¡Lo arruino todo, lo sé!— hizo una pausa para tomar aire. —Pero, por favor sólo serán unos momentos no te pido que estés conmigo todo el día, es más puedo irte a ver en la fiesta— suplicó