Una canción a piano. [Bills x Tn vs Wiss x Tn]

Capítulo 42.

Vegeta.

Mi cuerpo aún temblaba mientras mi mente se encontraba en un estado de estaticidad total, mi pecho bajaba y subía a una velocidad increíble intentando recuperar la respiración que por poco había sido arrebatada de mis pulmones dándome así una muerte segura.

Intentaba recordar todo lo sucedido con exactitud para saber en que habíamos fallado, para saber por qué nos largamos como unos malditos cobardes sin ella, porque sí, nos fuimos dejando tirada a ___ en medio de aquel caos futurista creado por la versión oscura de Kakarotto y el payaso verde.

Coloqué una mano en mi adolorido hombro izquierdo mientras reclinaba la cabeza en el frío metal que se encontraba en el interior de la máquina del tiempo, Trunks la estaba conduciendo mientras el inútil del saiyajin de cabellos alborotados yacía en el suelo junto a mí casi inconsciente, lleno de heridas y sangre seca que brotaba de estas.

Golpeé mi cabeza varias veces contra la pared en la que me encontraba apoyado, mierda, ¿en serio la hemos abandonado? Algo en mi interior no paraba de recordarme incesantemente mi error, fallé, de nuevo volví a dejarla atrás, me elegí de nuevo a mí antes que a ella pero tampoco es como que tuviese muchas opciones...

La máquina tocó tierra y una sensación de peligro invadió por completo mi cuerpo erizando toda mi piel, suspiré con pesadez intentando ignorar aquello mientras me ponía de pie y tomaba el moribundo cuerpo de Kakarotto entre mis brazos, pesaba, y no sabía si era porque me estaba quedando sin fuerzas o porque ese inútil había comido demasiado últimamente.

Mi hijo de la línea temporal futura abrió la cúpula de cristal y nada más hacerlo lancé a Kakarotto contra el suelo del patio de mi casa emitiendo así un quejido de dolor que no me hizo sentir culpable en lo más mínimo, no más de lo que ya me sentía por haber dejado a ___ atrás...

Salí de la máquina y tras de mí Trunks sintiendo las miradas del dios de la destrucción y su asistente sobre mí, intentando encontrar alguna explicación ante la falta de uno de los miembros del grupo encargado en ir a destruir la amenaza del futuro.

Nada más verme Bulma saltó a mis brazos fundiéndose junto a mí en un fuerte abrazo que demostraba toda su preocupación por mí mientras unas lágrimas salían de sus ojos, tras varios segundos la aparté de mí para chocar mi mirada con aquellos que exigían una explicación.

–¿Dónde está la señorita ___? –preguntó Wiss con un tono de voz un tanto preocupado.

–Ellos... Se la llevaron... –respondí junto a un suspiro tras estar varios segundos en silencio escogiendo mentalmente las palabras que usaría para darles la mala noticia.

–¿¡Qué!? –vociferó furioso el señor Bills mientras extendía una mano en mi dirección apuntando a mi cara como aquella vez que intentó matarme en la fiesta de cumpleaños de Bulma siendo sus acciones interrumpidas por una bofetada por parte de esta. –Dame una razón para no matarte ahora mismo.

–¡Podemos explicárselo, señor Bills! –dijo rápidamente Trunks interponiéndose en la trayectoria de aquel ataque.

La furia se reflejaba en los ojos de la deidad como nunca antes lo había visto, tan intensa que llegaba a quemar mi piel, me avergüenza reconocerlo pero aquella mirada llegó a congelar mi sangre y por poco llegó a hacerme temblar pero me contuve como pude, soy orgulloso sin remedio y no permitiría que me vieran de esa manera.

–Adelante –dijo en un tono terriblemente serio pero esta vez no fue el caprichoso dios quien habló sino su asistente quien poseía una mirada casi tan seria como su voz.

Trunks me miró dudoso por unos instantes indicándome que sería mejor idea que yo fuera quien narrara los actos en su lugar pues él fue el primero en caer quedando inconsciente muy rápidamente.