Soy un desastre

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-¿Dónde están mis calzones?- pregunto Roxanna hacia sus hermanos quienes hicieron una mueca.

-No se, no preguntes eso en voz alta- contestó Percy observando a los estudiantes quienes miraban la escena divertidos.

La pelinegra giró e hizo una mueca y siguio buscando con desesperación en la maleta.

-Con un demonios Roxanne-habló Alex cruzado de brazos- ¡Vamos a llegar tarde!

-Cuando inventaron la puntualidad, Roxanne llegó cinco minutos despues- habló Percy chocandolas con su hermano.

-¡Pero mis calzones...!- gritó está observando a ambos.

Dos rubios caminaban con una sonrisa hacia los hermanos Weasley, mandando miradas coquetas y besos al aire.

-¿Que hay rojos?-preguntó Scorpius con una sonrisa.

-Rubios- saludo Percy.

-¡No los traje!- gritó Roxanne.

-¿Qué cosa?-preguntó Jean observando a la chica.

-Olvido los calzones- contestaron al unisono sus hermanos- Como todos los años.

Estos rieron y la pelinegra cruzada de brazos buscaba una alternativa.

-¿Por qué no le preguntas a la señora Rox sin vende calzones?- preguntó  xon diversión  Scorpius.

-Vete al diablo Malfoy- contestó la chica y negó de un lado a otro.

-¡Mi trasero!- gritó Jean de golpe y se giro de donde había venido el golpe.

Con una sonrisa traviesa, Fabiola y Gabríel Weasley salían de su escondite escondiendo la resortera.

-¿Por que me golpearon con eso?- preguntó la rubia enojada.

-No era para ti el golpe lo juramos- hablaron al mismo tiempo.

Fabiola le dio un golpe al chico y ambos sonrieron. A lo lejos Alina y Elian Street venían hacia ellos.

-Tengo una idea- murmuro Gabriel y sonrió, este se escondio detrás de un pilar.

-...jamas me había imaginado eso, encerio ¿Quién podria imaginar que mi tío Draco se vistió de mujer?

-Pues creelo, Victoria me lo confeso- se encogio de hombros Elian y sonrió.

Gabriel Weasley caminó con sigilo detrás de los hermano Street, estos ajenos a su presencia seguían discutiendo.

-¡Estúpidos!- gritó el pelirrojo sobresaltado a ambos, de inmediato Alina empezó a gritar y alzo los brazos

-¡No me arresten por favor, soy muy joven para morir, aún quiero arruinarle la vida a mis primos, sere su esclava sexual pero no me mate, no me mate!- gritaba con los ojos cerrados.

Abrió los ojos poco a poco encontradose con la cara de sus primos impresionados y con el andén todo callado ante lo que acaba de gritar.

-Estas enferma- la regaño Elian con una mueca de asco.

Es sonido del tren que indicaba que partía sonó, caminaron hacía el andén arrastrando las maletas.

-¡Alto!- gritó Víctor haciendo girar a sus primos-¡Olvide algo!

Estos se giraron y el chico empezo a rebuscar en los bolsillos.

-¿La dignidad?- preguntó Albus con la ceja arqueada.

-No, esa ya la perdi- contestó y siguió buscando, sonrió de alivio-¡Aquí está!

Alzo su mano con una espejo, este se sonrió y se empezó a ver.

-Hola guapo, ¿Cómo estas?-se preguntaba observandose en el espejo- Yo bien, más guapo que nunca

Roxanne rodo los ojos y siguieron camiando hacia el vagon, a lo lejos la señora Rox vendía dulces.

-Ire por dulces- habló la pelinegra- ahorita vengo.

-Pero no te vayas a tardar hermosusra- contestó Victor.

-¿Qué?

Víctor alzo la vista del espejo y observó a la chica que miraba sin entender.

-No te hablaba a ti- aclaró Victor- Un simio es más lindo que tu.

Entraron al compartimiento del tren y Roxanne rodo los ojos, caminó hacia el puesto de dulces y sonrió.

-Doña- saludo a la señora Roz quién hizo cara de pocos amigos.

-Weasley- habló la señora e hizo una mueca -¿Qué necesitas?

-Ay no se- contestó con sarcasmo la chica- ¿Que tal, un libro?

La señora hizo cara de pocos amigos.

-Deme un pastel de calabaza y un jugo de zanahoria- pidió la chica.

Esta empezó a tomar lo que la chica pidió, Roxanne se recargo en el carrito con aburrimiento y observando sus uñas.

-¡Estas moviéndome!-gritó Rox.

-Pues agárrese bien- contesto la pelinegra sin prestarle atención.

-¡Weasley!- gritó la vendedora.

Antes de que la chica contestará el carrito salió volando cuesta abajo del lugar, la señora Rox obsevaba con la boca abierta.

-¡Mi carroza!- gritó corriendo cuesta abajo.

Roxanne escuchó el pitido del tren y subió, observó su pedazo de tarta e hizo una mueca.

Soy un desastre penso

 HP| Roxanne: Un dia malo muy malo⁴Où les histoires vivent. Découvrez maintenant