HP| Roxanne: Un dia malo muy malo⁴

Un chocolate celoso

-...57...58...59...- contaba Blaise mientras pasaba los papeles de un  lado a otro.

-¿Jefe?- preguntó una chica castaña entrando al despacho del chico, este alzo la vista y le sonrió- Lo busca el joven Scamander.

Blaise fruncio el ceño y le sonrió a la chica pidiéndole que pasará. La cabellera  castaña del chico entró y le sonrió.

- Señor Zabinni- extendio la mano Nicolás, el moreno apretó la mano en forma de saludo- Supongo que no sabe a lo que viene.

-Supone bien- contestó Blaise- Por favor toma asiento.

Ambos se sentaron, Nicolás quedó delante de Blaise y le sonrió.

-¿Conoce al joven Street?- preguntó Nicolas sin dejar de ver al chico.

Por mi blanqueza, ¿Ahora que hiciste Marcos?  Se preguntó mentalmente el chico.

-Si- contestó al final Blaise-¿Qué pasa con el?

Nicolas sacó de su chaleco una papel blanco y le extendio al chico, este lo tomo y lo desdoblo observando la nota.

El muy maldito de Marcos había ido a Las tres escobas a apostar $500 galones y lo puso todo a su nombre.

-Maldito- murmuro Blaise y alzo la vista a Nicolás que aún lo observaba-¿Encerio tengo que pagarla?

Nicolás hizo una mueca y asintió lentamente.

-El chico afirmó que usted- lo señalo- Sería el responsable de lo que pasará y que iba a pagar lo que el apostara.

Blaise tenía un fina línea en la boca y sacó de un baúl varias monedas, contó quinientas y se las tendió al chico fingiendo una sonrisa.

-Lamentó la molestia Zabinni- se disculpó Nicolás mientras tomaba las monedas.

-No te preocupes- contestó Blaise intentado controlar las ganas de golpear algo- Esto no es culpa tuya, solamente de Marcos y yo me las arregló con el.

La puerta se abrió dejando ver a Luna quién entró discutiendo.

-...yo no necesito que el señor sepa que llegué, yo soy su esposa- hablaba la rubia observando a la secretaria, está asintió lentamente.

-Permiso Señora Zabinni- contestó la joven castaña saliendo del lugar

Nicolás observaba con una sonrisa a Luna y le extendió la mano.

-Nicolás Scamander, bella dama- se presentó el chico y le dio un beso en la mano.

Blaise apretó los puños del lado al ver la sonrisa de Luna, tenía que intervenir.

-Luna Lovegood- se presentó y le sonrió, se movió del lugar situándose al lado de Blaise.

-De zabinni- completo Blaise tomando la cintura de la rubia.

-Un gusto, señora-contesto Nicolás al darse cuenta de la mirada que el moreno le mandaba- Bueno Zabinni, con permiso y lamentó lo del dinero.

-No te preocupes Scamander- contestó y sonrió falsamente.

Antes de que Nicolás saliera de la oficina le dedicó una mirada a la rubia  y sonrió.

Blaise caminó hacia la puerta y la abrió, Nicolás ya no se veía por ningún lado.

Se giro topandose con su esposa quién estaba sentada en la silla donde minutos antes estaba sentada el chico.

-¿Qué hacia ese aquí?-preguntó Luna observandolo.

Blaise se paso la mano por la cara con frustración.

-El querido y amado Marcos me metio en un lío que tuve que resolver- hablo el chico haciendo una mueca.

-¿Scamander fue el que ayudó a Draco con su padre?- preguntó Luna.

-Si, el fue- contestó, observó a su  esposa quién observaba una foto de ambos de recién casados-¿Por qué lo preguntas?

Luna alzo la vista de la imagen y sonrió con ternura.

-Sabes que te amo a ti, no tienes que ser celoso- habló la rubia sentándose en las piernas del chico

-¿Espera?-preguntó Blaise-¿ Cómo sabías que yo estaba...?

-Eres Blaise Zabinni, mi esposo, te conozco como la palma de mi mano y  ¿sabes que?- preguntó y le sonrió al chico quien sonrio-Te amo, tu eres el amor de mi vida y jamás te cambiaria.

Blaise sonrió y beso a la chica está se separó lentamente.

-No crei que fueras tan celoso Zabinni- le murmuró la chica sin dejar de abrazarlo.

-Yo tampoco lo crei- confesó y le sonrio- Pero tengo una esposa muy hermosa y no quiero perderla, eres mi Luna Lovegood.

-Soy tu Luna pero no Lovegood-contestó sonriente- Soy Luna Zabinni.

Blaise sonrió y la abrazó, agradecía a la vida por haberlos cruzado en el caminó, por que gracias a ella y a sus hijos su vida había cambiado a una hermosa y con luz, una vida que el jamás creyó conocer.