Prófugo || Chrisdiel >>Terminada<<

•Capítulo 33•

Zabdiel

Casa de Chris.

Nos encontrábamos en su casa, su madre estaría trabajando supuestamente.

Joel no dejaba de dar vueltas de un lado para otro.

—¡Ya, tranquilizate, hombre! —le grité, en eso el mexicano se sienta a un lado mio comiéndose prácticamente las uñas.

Rodé los ojos.

Recargue mi cabeza en el hombro de Chris, que estaba a mi otro lado.

Teníamos que esperar la llamada de Julian, tenia que resolver lo de mi hermano, ni idea que va a pasar con él, y conmigo.

Julian ya entregó el vídeo y van a abrir el caso, con un juicio nuevo.

—¿Ustedes me quieren ver mal? —nos pregunta Joel viendo nuestras manos entrelazadas—Ustedes amándose y Erick capaz en una celda con su brazo como la mierda.

—Va a estar bien, él no tiene nada que ver con Sebastian. —habla Chris.

—Y tú, eres su mejor amigo Chris, muestra un poco de preocupación.

—¿Qué sabes? Si estoy preocupado, por Erick, por ustedes, por todo.

—Ya, ya, Erick va a estar bien, nosotros igual, cualquier cosa espero que la justicia si funcione esta vez. —calme un poco, por un momento vi una discusión entre estos dos

—Claro. —concluyó sarcástico.

Pero al menos nadie hablo, mantuve la misma posición encima de Chris, hasta escuchar el teléfono, efectivamente era mi abogado.

—¿Si? —contesté.

—Tienen que venir mas o menos en dos horas, en la comisaria esta tu hermano con los otros hombres, y van a ver que hacer con ellos. —informó—Lo malo es que delató a Christopher y Erick, pero si es que el vídeo de verdad sirve y ustedes se entregan, ellos quedan inocentes, así que por eso es mejor que vengan después, ¿está bien?

—En dos horas. —concluí.

—Exacto. —y cortó.

(*)

Por otro lado, a Erick lo habían llevado al hospital, lo tenían esperando un doctor, pues las enfermeras al menos hicieron que el dolor disminuyera.

En eso, aparece un doctor joven, para la vista de muchos, primerizo.

—¡Hey! —revisó su portafolio— Erick, ¿qué tal?

—Como la mierda. —dijo este mirando hacia la gran ventana de la habitación.

—Que simpático. —dijo el doctor con una sonrisa falsa y ironía.

—Okey —el doctor que al parecer era principiante empezó a revisar el estado del brazo de Erick.

—Por lo que se ve bien, el disparo fue menor. —volvió a decir para irse—Ah, en una hora más o menos vienen a interrogarte.

Erick suspiró, se puso a pensar en donde estarían los chicos en estos momentos, en especial en Joel.

(*)

Las dos horas después..

—Bien, es hora de irnos. —habló Christopher levantándose de las almohadas de mis piernas.

Moví levemente el hombro de Joel, ya que se había quedado dormido de lo nervioso que estaba.

—Sí, sí. —dijo apenas abrió los ojos un poco asustado.