|FRIEND| Hater II | {Stony}

•#58|Jealousy for you|•

Viernes
7:05 a.m

Con audífonos en sus oídos y su mochila en sus hombros el joven se encaminaba a la escuela, no vivía tan lejos de ahí y aún así su familia seguía preguntando si no quería que lo llevaran. Si le hubieran preguntado hace un año si quería un aventón a la escuela no se hubiera negado en lo absoluto, después de todo era mejor a estar en un auto con la secretaria, y ahora novia, de su padre.

El solo pensar en el pasado le provocaba escalofríos, saco el celular de su bolsillo y cambió la canción.

Estando a unos metros de la escuela recibió un mensaje de Loki. Recordó que aún tenía que contarle la historia a uno de sus amigos, esperaba que no lo creyera un loco acosador.

"Pero ahora me gusta Pepper" con eso iba a terminar su historia

Con una mentira. Mentira? Pero si era verdad! Sentía muchas cosas por esa chica, pero...amor?

"El amor no se siente al instante, Tony" podía escuchar la voz de su prima en su cabeza "Hay que darle tiempo"

Recordar esas palabras lo tranquilizaba, solo debía darle tiempo a lo suyo con Pepper...si es que había algo.

-Deja de ser tan negativo, Tony.-hablo para si mismo en un susurro

Se pago frente a la puerta de la escuela y miró la hora en su reloj en el momento en el que la canción cambió de una de Queen a una de Fall Out Boy
(press play to the song rn!).

——7:19 a.m——

A esa hora la escuela estaba, prácticamente vacía. Sus amigos ya estaban vagando por los pasillos pero él solía encontrarlos unos minutos después.

Tony, como todas las mañanas, se encamino al grupo de casilleros junto al cuarto del conserje. Miró de lado a lado y se aseguró de que nadie lo viera dejar la nota dentro del casillero. Dio un fuerte suspiro, se cruzó de brazos y dio dos pasos hacia atrás.

Repasaba la nota mentalmente y deseaba no estar tan confundido.

Miró su reloj, se pegó a la pared a sus espaldas y miró el casillero en el que antes había estado.

-3...2...1.-se quito el audífono derecho y alzó su dedo anular en el momento en el que el timbre sonó.

Como por arte de magia los pasillos comenzaron a llenarse de adolescentes hablando sobre lo injustos que eran sus padres o como sus novios eran unos idiotas cuando él había pasado por ambas cosas de maneras peores.

Metió ambas manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.

Entre todo ese mar de gente, cada mañana, hallaba su modo para encontrar su rostro. Y ahí estaba...

Su amiga solía acompañarlo hasta su casillero, se despedían y la chica corría a su primera clase. El chico abría su casillero y sonría al encontrar una nota, él sonreía igual. Todas las mañanas era lo mismo. Se sonreían mutuamente sin que uno de ellos lo supiera. Y eso...a él le encantaba.

Sintió como alguien se paraba a su derecha.

-Está costumbre tuya...me sigue pareciendo rara...-dijo la chica

Èl no la escuchaba, y es que la verdad cuando miraba a Steve nada podía sacarlo de su trance.

-Me imagino que al fin te respondió.-bajo la voz