|FRIEND| Hater II | {Stony}

•|Epilogue|•

«Entonces el amor se convirtió en duda: no quedaba más que un "adiós", un "hasta siempre", inolvidable»

—Anna Bahena

~•~

El amor nunca termina, su madre le dijo eso una vez...lo cual era irónico viendo la situación en que ella y su padre estaban ahora.

El amor nunca termina, se repetía eso una y otra vez sin pensar en el trasfondo de ello. No quería saber un trasfondo, no quería el trasfondo de nada sin antes encontrar su propio trasfondo. El trasfondo de la situación en la que se encontraba, para ser más precisos.

"El amor nunca termina, cielo," le dijo alguna vez "si es que este es verdadero encontrará una forma de perseverar."

-Steve...-dos golpes en la puerta acompañaron a la voz nerviosa de la chica

El se encontraba encerrado en su habitación, había perdido la cuenta de cuánto tiempo llevaba ahí dentro pero no le importaba en lo absoluto.

-Llevas tres días ahí dentro.-la mayor ahora hablaba

Su pregunta había sido respondida, una de las menos importantes que vagaban por su mente en aquel momento.

-Steve,-la voz de Darcy volvió-por favor...

El amor nunca muere...

Se sentó en la orilla de su cama y meció ambas piernas de adelante hacia atrás, miró alrededor del cuarto en silencio...con una serenidad que solo aparentaba más no tenía pues cabeza no paraba de repetir la escena con una sonrisa de desánimo, no lo hacía por martirizarse a sí mismo sino más bien por tratar de entender...¿qué había pasado? ¿Qué había hecho mal? ¿Por qué no se había presentado?

El amor nunca termina.

¿Por qué Tony no se había presentado?

~•~

La inexplicable adrenalina que lo inundó al saber los planes de Darcy hizo que corriera lo más rápido posible escaleras arriba y fuera al último cuarto del segundo piso, que de casualidad era el suyo. Se quedó mirando la puerta con una sonrisa de emoción, repasó en su mente las palabras que le diría al chico y pensó en las diferentes situaciones románticas en las que podían terminar. Sin esperar más puso una mano sobre la perilla, la giró y al abrir la puerta y encontrar su habitación vacía la confusión lo inundó. No podía comprender que estaba pasando. Se quedó parado ahí, en la línea que marcaba la división entre su habitación y el exterior, por un largo rato hasta que decidió entrar y revisar cada rincón del cuarto.

Repetidas veces llamó su nombre pero nadie respondió. Tomó asiento en su cama entonces y bajó la vista, pensando que aquello era parte del plan de Darcy, no perdió la esperanza ni un solo segundo. Sentía que eso era lo correcto, aplicar todo lo aprendido hasta ahora...no perder la esperanza, tener fe...vivir su momento.

Después de un largo rato de esperar dirigió su vista hacia su ventana y notó que esta estaba abierta, la posibilidad de que aquello fuera cierto llegó a su mente pero reprimió esa idea una y otra vez hasta que tuvo el valor de acercarse a la ventana y su temor comenzó a crecer.

No tenía pruebas por lo que se limitó a negarlo una vez más hasta que no pudo soportarlo más y salió de la habitación con un enorme dolor en su corazón y una verdad que no pudo admitir hasta días después: