Capítulo 44 | Hasta siempre, por favor

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Las personas nos distanciamos sin siquiera notarlo. Un día podemos estar junto a alguien y al siguiente ni siquiera recordar su nombre.

Quizás lo olvidamos o no tenemos las suficientes energías para arreglar una salida. A veces simplemente no tenemos ganas de juntarnos con esa persona, y no porque nos caiga mal, sólo no quieres hacerlo.

¿Recuerdan a Florencia? Dudo que lo hagan. Ella es la chica que organiza las fiestas, la última fue la que Fabián se le declaró a Amber.

Ella y yo no somos exactamente amigas y muy pocas veces hablamos. Sin embargo, cada fiesta que hace, me invita. Mis amigos y yo tenemos pase libre para llevar con nosotros a quién queramos.

Flor invita a sus fiestas a quien se le cruce en frente. No me quejo, mientras más personas haya, más divertidas son.

Tomo una bebida de naranja que contiene muy poco alcohol y le doy un pequeño sorbo. Juro que esta vez me controlaré con las bebidas. No quiero que vuelva a suceder lo del cumpleaños de 15 que fui la última vez.

Mike y yo nos sentamos en un sofá que hay en la sala, junto con nuestros amigos.

—¿Hay algo interesante que contar? —pregunto.

—Tati está celosa de Amber —Julie a mi lado señala a Fabián y a su rubia mejor amiga bailando en la pista.

—Oh, recuerdo cuando yo pasaba por eso —doy una leve risa.

—¿Cómo es que él te gustaba y nosotros jamás lo notamos? —Facundo interviene.

—Y yo creía ser bastante obvia con mis risas nerviosas cuando hablaban sobre "Faber" —confieso.

—¡Qué eso ya no existe! —gruñe Tatiana

Julie logra llevar a mi malhumorada amiga a la pista de baile, y claramente su novio se unió. Mike y yo quedamos sentados solos.

Barro el lugar con la vista; la mayoría de las personas que están aquí las reconozco por mi anterior escuela o porque siempre las veo en estas fiestas. Algunas me devuelven sonrisas y otras me saludan con la mano.

Mi travesía por la primaria fue muy agradable. Yo era muy amigable y me preocupaba por los problemas de mis compañeros de salón, en otras palabras; siempre fui muy chismosa. Sabía todo sobre todos. Quizás no todos me consideraba su "amiga", pero sí alguien en quien podrían confiar y reír un rato.

Me respetaban por eso y jamás tuve algún desacuerdo con nadie. Solían complacerme y seguir mis propuestas sin reproches.

Allí notas cómo la secundaria te cambia.

Daniel.

¿Por qué las chicas ya no se detienen al escuchar un "tengo novia"?

Suponen que todos somos iguales y en algún punto vamos a serle infiel a nuestra novia, por el simple hecho de que somos hombres. Eso no es cierto. Yo jamás le sería infiel a Natalia, no sería capaz de lastimarla y quitarle el respeto y la confianza de esa forma, no a ella.

Pero, ¿quién me creería? Ya había engañado a una chica hace tiempo y no sólo había fingido amor hacia ella, sino que también besé a una de sus amigas.

Quisiera borrar aquel incidente, pero no si me arranca a mi chica de mi lado. Quizás todo eso debió ocurrir para que Nats ahora sea mi novia.

¿Cuál es la diferencia entre Amanda y Natalia? ¿Por qué a una no me importa herirla y a la otra no soportaría hacerle daño?

Sé que a una de ellas la amo con todo mi corazón y la otra fue simplemente el modo de llegar a ella. Suena cruel y duro, pero no es más que la pura realidad.

Hasta los 15Donde viven las historias. Descúbrelo ahora