Hasta los 15

Capítulo 45 | Bonita pareja

Daniel.

Las personas pueden realmente sorprenderte. Crees que son de tal manera, pero cuando las conoces más a fondo, te das cuenta que no es así, que aquello sólo fue una primera impresión.

Mackenzie ha logrado asombrarme. Casualmente, ella se aloja en el departamento al lado de nosotros y cuando me aburría de estar sin internet, ni señal, salíamos a dar un paseo por aquella desconocida ciudad.

Ella adora la música, casi tanto como yo. Tiene una bonita voz, sin embargo, no sabe tocar ningún instrumento. Es una chica muy energética y animada, donde quiera que vaya reparte halagos, abrazos y risas.

—La extrañas, ¿verdad? —tuerce los labios y recuesta la cabeza en sus rodillas.

¿Que si la extraño? ¡Por Dios! Siento un vacío en mi pecho al no tener contacto con ella.

Han pasado casi 2 semanas y todavía no he sabido más de lo que me dijo en la llamada. No escuché su voz, no hablé con ella, no la besé y ni siquiera la vi durante los últimos 14 días.

La verdad es que no soportaba estar lejos de Natalia ni un minuto más, y mi familia era sabedora de ello. A la vista de mi hermana; sólo era un adolescente que quería estar con su novia, una tontería de niños estúpidos.

A mi vista, todo yo se sentía mal. No podía tratarse de una tontería de niños cuando había sentimientos tan intensos.

—Sí —doy un suspiro.

—¿Qué tiene ella de especial que logra tenerte tan enamorado?

—No lo sé. Quizás es su sonrisa, su risa, su suave mirada o su transparencia. Quizás es toda ella.

Natalia.

Me había acostumbrado tanto a su presencia que, tener que despedirnos ahora, se tornaba una de las tareas más complicadas. Finalmente, la semana había acabado y yo lo último que deseaba era que Mike se vaya de la casa.

Nuestra confianza había aumentado a grandes niveles durante las pequeñas vacaciones.

Iba a extrañar cocinar junto a él, ver películas a altas horas de la noche mientras comíamos lo que haya en la nevera, que oiga mis lecturas con atención y en especial, iba a extrañar por demás dormir juntos.

Es hermoso y casi inexplicable lo bien que se siente que alguien te abrace mientras, inevitablemente, te quedas dormida.

—Te voy a extrañar —confieso y me lanzo a sus brazos. Quisiera congelar este momento.

—Puedes llamarme cuando sea y vendré —me recuerda.

—Lo sé —lo suelto para mirar sus ojos.

—En unos días es el juicio —acaricia mi mejilla con su pulgar, como si aquello lo calmara de alguna forma—. Ponte un bonito vestido —intenta formar una sonrisa.

—Claro —guardo silencio, disfrutando de sus caricias—. ¡Adiós a las mejores vacaciones de toda mi vida!

—Hasta ahora —me sonríe, pero esta vez con espontaneidad—, estoy seguro que las próximas también podremos hacer algo juntos.

Besa mi coronilla y me aprieta contra sí. Desaparece detrás de la puerta, llevándose consigo los mejores momentos que hemos compartido.

***

—¿Qué tal tus vacaciones? —le pregunto a Dani.

Él me invitó a su casa apenas llegaron. Su familia está por toda la casa confirmando que todo haya estado en orden durante su ausencia o desarmando las maletas.