Why? │jaebum

dos

Why

La lluvia fuera de la casa no cesaba y los rápidos relámpagos acompañados de fuertes truenos hacían que todo el cuarto vibrara a causa de la fuerza con la que estos salían, sentía mi corazón salirse de su órbita y en cualquier momento comenzaría a llorar por el miedo que causaban en mí. Nunca había superado el miedo a los relámpagos-truenos y aunque hubiese crecido lo suficiente seguía temblando cada vez que habían tormentas, odiaba estar sola en momentos como este y era por eso que agradecía que la lluvia hubiese empezado en casa de los Im y no cuando estuviese en la calle.

Un trueno sonó fuertemente, sacándome de mi trance y haciendo que gritara y tratara de tapar mi cuerpo con mis brazos.

-Ya, todo estará bien Isa.- las palmaditas en el hombro se hicieron sentir acompañados de unos fuertes brazos transmisores de calor y comodidad.

Si es que un día decidían preguntarme, ¿cuál sería mi refugio favorito? Definitivamente diría que los brazos de Im Jae Bum pues en ellos el calor y la comodidad son lo único, te dan ese sentimiento de estar en casa y protegido, seguro. Me aferré a su abrazo y de alguna manera sentía que nada podría asustarme o dañarme.

-Tengo miedo.- admití escondiendo el rostro en su pecho, había utilizado un tono aniñado y sentí su pecho vibrar.

-Eres una jodida llorona y miedosa, ¿cómo es que aún no superas eso?

Aunque sabía que sus palabras eran broma, levanté la cabeza para encontrarlo mirando hacia mí con burla.

-Está bien señor no le temo a nada. Que las personas como yo le tengan miedo a los truenos no quiere decir que sea una llorona.- me separé de él y sus cómodos brazos cortando cada contacto con él.- ¿Ves? Ya no tengo mied...-ahí estaba yo nuevamente debajo de JaeBum lloriqueando y apretando su espalda tratando de cubrir cada parte de mí porque un trueno había sonado en medio de mi discurso.

Había fallado en mis palabras.

-Sí, lo veo no tienes miedo.- su risa hacía que mis mejillas ardieran debido al enojo y no pude contener el deseo de golpearlo porque en segundos ya él estaba recostado sobre su espalda conmigo a horcajadas sobre su estómago.

Esto era raro pero sólo quería hacerle ver lo que soy y dejar en claro mi punto de vista.

-Escúchame bien, pedazo de carne con ojos.-¿Qué mierda había dicho? -Quiero que entiendas que aunque me ponga debajo tuyo para tratar de esconderme, eso no quiere decir que tengo miedo. Sólo estoy siendo precavida por si te lavas bien en las axilas.

Sabía que la había embarrado cuando vi que su semblante había pasado de ser sarcástico a uno lleno de burlas.
Había vuelto a fallar.

¿POR QUÉ TENÍA QUE SER TAN ESTÚPIDA?

-¿Sabes por qué eres mi mejor amiga?-preguntó haciendo paradas mientras reía y hacía que me moviera cada vez que él lo hacía. Lo miré con cara de "habla imbécil que te escucho".- Espero no me mates, pero a veces eres tan estúpida.

-Oh, me parece que he aprendido de ti. Idiota.-golpeé su pecho y no me sorprendía de sus palabras pues siempre las decía. Y yo misma era consciente de lo tonta que podría llegara a ser.
Sólo cuando estaba cerca de él.

Agarró mis muñecas y paró los golpes que daba sobre su pecho sin ningún cuidado, sabía que le hacían daño pues ejercía presión en cada golpe.