Why? │jaebum

diez

Why

Y tal como lo había planeado, la semana se había ido demasiado rápido para mi gusto y la suerte de todo era que no tendría ningún compromiso con la semana próxima, sentía la libertad aunque fuese sólo por ratos. Las cosas transcurrieron fáciles para mí; con Jaebum hice muy pocas cosas por sus horarios y los míos, con Hwa fuimos a una tienda a comprar ropa interior nueva porque según ella ya debería dejar de lado las bragas de abuela o las de muñequitos tiernos y empezar a usar "tangas" para modelarlas a una personita, con los chicos hice muchas estupideces aunque ya eran normales y por último hablé con JungKook pidiéndole disculpas por haber desaparecido así por así alegando la misma excusa que había dicho desde el principio, me creyó y yo misma me estaba empezando a creer que era un malestar de algo que había comido.

Aunque yo no comí, me comieron a mí.

Viernes, viernes de mi vida, viernes de mi amor. Había llegado el día que había esperado con anhelo, iba sonriendo mientras caminaba por las calles del residencial de mi amigo sabiendo que iba en una hora puntual y no encontraría a nadie más que no fuera a mi Jae, sí, mío. Llevaba un bolso con la ropa del día siguiente y una falda corta de cuadros que volaba cada vez que la brisa azotaba, ni siquiera me había dado cuenta de qué llevaba puesto en los pies cuando al tocar un Jae adormilado abrió la puerta mirándome con cara de pocos amigos, se veía tan lindo.

-Cuando quieres sabes usar la de repuesto.- tomó mi brazo y me llevó dentro luego de azotar la puerta, me tenía acorralada en la pared.- ¿Por qué siempre llevas faldas?

-Hoy las he olvidado.- lo miré y sonreí.- Me gustan las faldas.- salí de su zona y comencé a subir las escaleras sintiendo sus pasos detrás de mí.

-Me gusta cómo se te ven, pero son muy cortas.

Entré a su habitación y puse el bolso en su escritorio, no aguantaba más los zapatos y si seguía con ellos tendría ampollas en los pies.

-Ven, levanta la pierna.- tomó asiento en el suelo y comenzó a sacar los zapatos que tenía cuando intenté sacarlos encima de su cama.

-¡Cuidado!-grité.- Me duele.

Puse cara de perrito y bajé el labio inferior haciendo un "puchero" haciendo mis pies mover, al instante lo tuve encima de mí afincando su peso en sus manos que estaban a cada costado mío, lo miré directo a los ojos y él a mí, nadie dijo nada peros sus labios se estaban acercando a mí y yo lo quería, quería sentirlos.

-Jae, bésame.- gimoteé cuando él no hacía nada y se rió para por fin besarme.

Fue un beso lento, con delicadeza y mucho afecto que te hacía perder la cabeza y querer entregarlo todo en ese mismo momento como estaba yo, tratando conmigo misma de no perder la poca cordura que tenía y seguir aguantando sus labios sobre los míos.

-Voy a perder el control.

Sus labios hicieron presión sobre los míos luego de hacer eso y dejó un beso en mi frente para ponerse de pié y salir de la cama en busca de algo que ver en la televisión, no quería que parara pero yo tampoco me iba a detener si seguíamos.

-Oye Jae, ¿esta semana te han dejado maquetas?

Me levanté de la cama y busqué entre mi bolso la ropa que me pondría para dormir.