Cuando estaba en primaria era una de las mejores alumnas del salón, siempre sacaba excelentes notas.
Recuerdo un día en el que nos pusieron a escribir los números de dos en dos hasta el sesenta. Como yo sabía que podía hacerlo hasta más de ahí, los hice hasta el setenta.
Fui la sensación del momento.
En el colegio siempre amé las clases de arte, siempre quería que fuera viernes, no por el fin de semana, sino porque los vienes eran los días en los que daban clases de arte.
Siempre fui una loca apasionada por los útiles escolares (colores, marcadores, lápices etc).
Un día, (vienes, específicamente) al salir del colegio, subí al transporte que me llevaría a casa. Tenía un mensaje de mi mamá diciendo algo como "cuando llegues a la casa llámame, te tenemos una sorpresa".
Y sí que era una sorpresa.
Al abrir la puerta de la casa, en el patio, había una caja de cartón con una perrita adentro. Esa era la sorpresa.
Como era negra, decidí llamarla Negra, mejor conocida como "La Negra" una golden-labrador.
La cual se convirtió en mi compañera de juegos, mi compañera de siestas, mi compañera en todos los ámbitos posibles.
Esto duró desde el 8 de Junio del 2012 (día en el que me la regalaron) hasta el 31 de Octubre del 2017 (día en el que me tuve que despedir de ella).
No, no murió. Más adelante estará el por qué.
LARGA VIDA A NEGRA.
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Negra murió el pasado mes de Abril del 2019.
:(
