Capítulo 22. Maravillosa vista

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John Bartolomeo Read

Su cabello está sobre mis almohadas, su esencia a brisa del mar quedaba presente en toda mi cama, ojalá pudiera quedarme todo el día en este lugar, pensando que se detiene el tiempo mientras la miro descansar. 

Pero para darle una mejor vida, ahí que hacer sacrificios por la persona que amas. 

Intentando no despertarla, le doy un beso en la frente y me levanto lentamente. Sin el menor ruido, me cambio y me preparo para empezar un día más, en donde ella pudiera vivir, y yo en su lugar morir.

— ¿Estás listo ricitos? 

— Más que nunca. 

Zazil Ha 

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Zazil Ha 

Lo que uno espera al despertar después de estar con esa persona es verla, tal vez no se, darse un poco de cariño por un rato, estar juntos un poco más antes de hacer sus obligaciones, llegar tarde y no se.

Pero la cama esta vacía, no pudo levantarme al menos él, me dejó en la cama sola. Debería estar aquí, no haya. 

Me levanto cansada, molesta y triste. No sé por qué no me sorprende. John no cambiará sus ideas a menos que pueda cambiar algo, hallar la forma para que pueda vivir, es la única forma para que pueda estar conmigo más tiempo. 

Al salir de la habitación, a nadie le importo que hubiera salido por esa puerta, ni siquiera me vieron, cada uno hacía sus deberes como si fuera lo más común del mundo. Pensé que alguien iba a ir con el escándalo de anoche. 

Porque estábamos hablando de que ¿Pinel y Rigel? nos vieron besándonos bajo la luz de las estrellas. No se, esperaba un grito de Jack profanando por todos lados acerca de lo que hice pero nada. 

Solo estaban observando a John y Will Jr. practicando con la espada. ¿Acaso no se han dado cuenta que yo no lo estoy haciendo?

Me acerque a ellos, estaban tan atentos y dandole observaciones a Will que ni siquiera se percataron que estaba en medio de ellos. 

— ¿Ya me toca a mi? 

— No hasta que te cambias Zazulja — aclaró Jack —, estoy decepcionado de ti. 

— ¿Y eso? Teníamos un trato, y no deberías de quejarte, como si tú no hubieras andado de novio con alguien. Debiste tener un amor que hubieras anhelado durante tu juventud.

— Se supone que lo tenías que descubrir, no cuenta que te lo dijera. Además el amor de mi juventud te quiere muerta, así que mejor vete y descansa como debe de ser.

— Ah, eso no es justo. Nada más no quieres que esté con él por qué estas celoso. Malditos celos de padre adoptivo. 

— Anda Zazilja, vete a tu cuarto, pero si quieres pelear con John tendrás que vestirte con la mejor ropa que tengas — respondió Barbossa, a lado izquierdo de mi, sorprendiendo por sus simples palabras. 

Piratas del Caribe: La Hija del MarWhere stories live. Discover now