○Capítulo 23○

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 ~Solo tu~

Maratón 2/5 

-Narradora-

Pitch estaba a punto de cruzar la calle e irse hacía su casa, pero se detuvo al mirar al pie de las escaleras de la empresa a la rubia junto al peligris. Se devolvió hacía la pared para solo asomar su cabeza y examinar sus movimientos.

Aster le brindaba una de sus mejores sonrisas a la chica. Esta se había desahogado con él y para Aster fue algo tortuoso oír sus lloriqueos, pero soporto y asimilo importarle mucho.

—Bueno, ¿No quisieras tomar un café para alargar la charla?, Es que... —Él presiono sus labios haciéndolos una línea recta haciendo pensar a la rubia que se debatía en algo—Bien, iré al punto —Exhalo con pesadez —me interesas ¿Sí? —Las mejillas de ella se sonrojaron hasta las orejas. No podía creer que le interesará a Aster, uno de los hombres mas atractivos de la empresa. Muchas chicas chillaban al verlo pasar o suspiraban cuando pestañeaba. Y ella no lo negaba, sus ojos verdes eran enigmáticos. Su rostro era el de un galán que ella solo podía imaginar en una de sus mas sucias fantasías —Y pensé que ya no tendrías... P-pues, inconveniente alguno, ¿No? —Sonrió tímidamente encogiéndose de hombros.

Honey se había estado quejando de su ex novio Tadashi Hamada durante toda la hora laboral. Eran por cosas tan tontas que a Aster le daban ganas de vomitar y por lo que ella le comento; aquella relación era inestable.

—Pero ¿A dónde? —Titubeo ella cuando los ojos del hombre brillaron de una forma especial que ni ella misma supo adivinar.

El mordió su labio inferior regalándole un mirar coqueto —A mi casa ¿Qué te parece? —Soltó.

La chica arqueo una ceja —¿A tu casa?, Pero ¿No crees que es muy pronto? ¿No se ve mal?

Aster no pudo evitar rodar los ojos y arregló aquel gesto descortés al soltar una risilla ronca —No. Suenas como una mujer cuarentona —Ella rio y le dio un pequeño empujón en el pecho —, no es como si me conocieras desde hace unas horas.

Algo así, pensó ella. Si, habían trabajado en el mismo lugar durante años y siempre se habían saludado al salir o entrar y máximo entablaron una plática, pero no tan larga como las de hoy. Le pareció inusual que él sintiera un interés tan repentino en ella. Sin embargo, el despecho y ver una nueva oportunidad delante de ella no ayudaban del todo para hacerla pensar razonablemente.

Lo que tenga que pasar, se repitió Honey trazando una sonrisa.

—Entonces, ¿Qué dices? —Él se inclino aparentando una imagen dulce y sumiso ante ella, colocando sus manos detrás de la espalda donde su maletín tocaba sus muslos.

—Pues... —Quiso llevarse las uñas a la boca, una maña que ya tenía desde hace tiempo.

Sus defensas se cayeron cuando el guapo hombre hizo unos pucheros y en sus ojos miró algo de súplica.

—¡Bueno!, Esta bien. Pero solo tomar café, ¿Bien? —Le guiño un ojo al hombre señalándolo con su delgado dedo índice.

Aster sonrió haciendo visibles sus hoyuelos —Por supuesto... —Estiro su brazo y rodeo los hombros de la chica —No prometo nada —Ronroneo en el oído de esta. Ella se estremeció y volvió a tomar esa imagen tímida.

Estúpida, pensó Aster al reír de forma seductora, haciendo chocar su cálido aliento al costado del rostro de la chica.

Ella llevo llevó su mano a la mano de él, la cual colgaba de su hombro. Y así ella se dejo guiar.

Another Stalker |#2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora