Another Stalker |＃２

○Capítulo 33○

-Elsa-

Unos incesantes movimientos en la cama me despiertan abruptamente. Separo los párpados y me siento de un tirón en la cama y observo al frente mío con los latidos de mi corazón acelerados. Una sola cosa se pone en mi cabeza ante mi despertar: Aster.

Pero me siento en paz al ver a un Jack levantándose de la cama con solo unos pantalones puestos y su cabello blanco escurriendo. Gotas descienden por su delgado abdomen.

—Els, perdón, no quería despertarte, pero, mis pies no resbalaban por el pantalón porque siguen mojados —Soltó una risilla dulce y se llevó una mano a su melena blanca mojada y la sacudió un poco —¿Quieres que te caliente el baño... o? —Se interrumpió cuando negué ligeramente con la cabeza —Bueno, ¿Ya quieres el desayuno? —Se encamino hacía la cajonera y de ahí saco una sencilla camisa negra con corte en "v". Se la colocó y del bolso de su pantalón tomo su celular y se colocó frente a mí, en espera de una respuesta.

—Si, por favor... Muero de hambre —Ladee una corta sonrisa tímida —, después tomaré el baño. Quiero relajarme —Ahora le sonreí mostrando mis dientes —gracias.

Jack soltó una ligera risa —No hace falta tanta formalidad, Els —Dio cortos pasos hasta llegar a la orilla de la cama, se inclinó y planto un pequeño beso en mi mejilla. Un cálido beso que me provocó un hormigueo en la misma y una inmensa sonrisa se dibujó en mi cara instintivamente —¿Qué quieres para desayunar? —Me sonrió a unos centímetros lejos de mi rostro.

Sentí una plena felicidad en todo mi ser, nunca creí extrañar tanto sus sencillos platos de fruta con yogurt, cereal con leche y para coronar sus famosos sándwiches. De verdad que se me hacía agua a la boca en pensar en esos manjares tan sencillos que se veían para mi antes, pero ahora serán como un festín de reina.

—Cereal, yogurt con fruta y un sándwich —Finalmente mi sonrisa salió de mis labios. Era loco esto de estar emocionada por ello, es que, es un desayuno diferente hecho por Jack, como antes —y si puedes, un jugo de naranja —Mi sonrisa disminuyó a una tímida, me encogí de hombros ante ello.

Él soltó una ligera risilla, casi una risotada —A sus órdenes, su majestad —Se puso de píe e hizo una reverencia mal hecha, levanto la cabeza y me ladeó una de esas lindas sonrisas que me hacían derretirme como paleta de hielo al sol.

—G-gracias —Baje la mirada al sentirme tan cohibida, instintivamente me lleve las manos al cabello peinándome el fleco aún más hacía atrás. Un tic nervioso.

—Bien, estará en un dos por tres no me tardaré nada, por lo mientras descansa, si quieres duerme un rato más —Se giro y salió de la habitación a pasos muy alegres, me extraño que no saliera corriendo como siempre lo hace. Una extraña maña que había tomado quien sabe por qué.

Solté una risotada alegre al sentirme por fin en paz, alegre, con cero preocupaciones. Me dejé caer hacía atrás y me hundí en mis suaves cobijas y en mi almohada. Era tan deliciosa esta sensación de cobijas limpias con olor a suavizante. La suavidad de mis cobijas con este a penas apreciable olor familiar. El silencio tranquilo de mis paredes, ser solo oyente de las aves detrás de mi ventana, y sobre todo el mirar a mis alrededores y ver que estoy por fin en casa, en mi casa. Podría inhalar este olor a limpio todo el día, es mi nueva droga.

Ya no temo porque Aster abra la puerta y quiera aprovecharse de mí. Ya no más rastros de su rojo crimen en las paredes, no más de sus rabietas tan insanas y fueras de sí. Ya no me tocará más. Espero jamás volverlo a ver. Él se ha convertido en mi pesadilla, es mi pesadilla hecha realidad la cual me seguirá atormentando durante un largo tiempo, aunque no quiera.

De repente, en medio de mi confort, un feo vuelco en mi estomago se presentó y un líquido ardiente subió por mi garganta. Me levanté de un salto de la cama y corrí hacía el baño. Vomite en el retrete, de nuevo. Al estar frente al espejo lavando mis manos y enjuagándome la boca, sentí que el suelo se me movía, estoy mareada y muy cansada... Tal vez... Tal vez sí, puede que una pequeña vida se esté desarrollando en mi interior, no lo sé... Espero, ya que esta situación me recuerda mucho a mis síntomas con Yerai.