LOS KRENTZ

13.2K 2K 92
                                    







—Yo... me preguntaba si me obsequiarías una moneda, yo... no he comido. —dijo la hermosa chica de color que ahora dejaba ver su rostro un poco sucio al igual que su cabello afro.

—Para ser sincera ya no tengo más dinero conmigo, yo... solo he podido traer lo justo, pero si gustas puedes cenar conmigo, soy nueva en Storm Ville y un poco de compañía no me caería nada mal

— ¿tú me estas invitando a cenar a tu casa sin siquiera conocerme? ¿Estás de acuerdo en que podría ser una asesina serial o peor aún, una violadora?— le replicó la chica quien preocupada pensaba en otros oficios de mala procedencia.

— ¿violadora? ¿Eres una violadora?

—Bueno tal vez exageré un poco, pero debes tener cuidado, no todos en Storm Ville son buenas personas, creo que yo soy la más normal chica nueva. —Eleonor la escuchaba atenta y sonreía al oír sus ocurrencias. — Por cierto, mi nombre es Amelia Luna, puedes llamarme Lía, yo crecí en Storm Ville. — tendió su mano siendo cortes y Eleonor no dudó en tomarla.

—Yo soy Eleonor Read, entonces si no eres una asesina serial y mucho menos una violadora, ¿aceptas mi invitación?

—Sí, aun que puedo ver que solo compraste waffles

—Tenía miedo de perderme y compré lo primero que vi. — Lía comenzó a reír divertida y le dio un pequeño empujón amistoso.

— ¿perderte? ¿Quieres que sea tu guía en el bazar nocturno? vamos, tienes que aceptar, deja que me gane la cena.

Eleonor aceptó sonriente la propuesta de su nueva amiga, juntas recorrieron todos los puestos de comida, y aunque Eleonor no pudo evitar desmentir que sí llevaba más dinero Lía nunca se enojó con ella, de echo parecía demasiado contenta con su nueva amistad.

Y con el frío que hacia Eleonor sintió cierta pena por Lía, pudo notar que la sudadera que ella usaba estaba rota, así que sin pena alguna no dudó en comprarle una nueva a su medida.

— ¡Oye en verdad no es necesario! yo puedo soportar con mi sudadera blindada.—Bromeó

—Por favor acéptala, es un regalo de corazón y lo que se da de corazón no se regresa. — Eleonor recibió el abrazo más dulce después de mucho tiempo. <<Tal vez nadie la ayuda nunca y soy la primera en mucho tiempo>>, pensó y se le ocurrió hacer algo más.

Cuando llegaron a la mansión Eleonor sacó sus llaves y decidida abrió la puerta, pero Lía no entraba, solo observaba a unos metros de la entrada.

— ¿tú vives aquí? ¿Vives en la mansión de los Krentz?— Al escuchar el apellido de los Krentz Eleonor se llenó de curiosidad y se acercó a Lía quien seguía confundida.

—Pues no sé si esta mansión es de los Krentz, pero según las escrituras, ahora me pertenece, no conozco a nadie con apellido Krentz, pero puedes pasar y me cuentas.

—Está bien, pero me mantendré alerta hermana. — Después de sus comportamientos extraños, Eleonor le cedió el paso y aun desconfiada entró; miró al rededor y al ver que ahora se miraba todo más cómodo y caluroso se dio valor.

—Ponte cómoda, la chimenea es una salvación.

— ¿cómo lograste que un lugar tan aterrador se viera tan confortable? ¿Y que hace aquí esta paloma?— Lía miró por un momento a Rowen sin dejar de estar alerta.

—Su nombre es Rowen y ya no puede volar o eso creo , es la única que me ha estado escuchando por horas, ya debe odiarme. — Eleonor miró que Lía seguía curiosa recorriendo la planta baja, pero cuando esta quiso subir al siguiente piso la detuvo.

EngatozadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora