Secretos que saldrán a luz. ¿Podrás resistirlos o abrirán caminos peligrosos?
¿Estás dispuesto a luchar o te dejarás vencer por la adversidad?
¿Crees tener el control?
Nadie está seguro del futuro, ni siquiera del pasado, que ya es pasado. Las co...
Me encuentro detrás del cristal, viendo cómo interrogan a Dimitri, quien está sentado frente a Jonathan y Nathan, esposado a la silla.
- Oh, vamos, Parker. - Veo a Jonathan recostarse en la silla, cruzándose de brazos. - No es como si fuera la primera vez.
Dimitri tiene su cabeza inclinada, negando en silencio; frunzo mi ceño al ver que su cuerpo es sacudido suavemente por una risa silenciosa. Levanta su cabeza, fijando sus ojos en el cristal, causándome un escalofrío extraño; toco el anillo que está ubicado en mi dedo anular por inercia, intentando calmarme.
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- Todo este tiempo y ¿no han podido descubrirlo? - Sus ojos no se despegan del cristal, haciendo que Nathan y Jonathan miren por igual. - No deberían preocuparse por mí.
Frunzo mi ceño, viendo cómo las luces se apagan, dejando que las luces de emergencia se enciendan.
- Esto no me gusta en absoluto, Becky. Vamos. - Zach me toma del brazo, sacándome de aquella habitación, dirigiéndome a través de los pasillos, algo oscuros, del lugar.
Al cruzar la sala central, logro ver a varios agentes corriendo de un lado a otro, colocándose chalecos y tomando armas con ellos. Zach sólo me lleva del brazo, metiéndonos a uno de los pasillos solitarios, dejándome confundida.
- ¡¡TODOS A CUBIERTO!!
Observo a Zach con ansiedad y terror mientras maldice en voz baja, aumentando la velocidad de nuestros pasos.
Zach cruza a mano izquierda y, en la esquina, a mano derecha, metiéndonos a un cuarto lleno de computadoras gigantes. Me oculta detrás de aquellas cosas gigantes, haciendo que me agache.
- No te levantes, Becky. - Zach mira hacia afuera, sacando su arma de la funda que está en su jean, quitándole el seguro. - Y, por lo que más quieras, - me mira con seriedad y algo de preocupación - no salgas de aquí.
Asiento en silencio, sintiendo la adrenalina correr a través de mi cuerpo, haciéndome sentir mareada. Me siento en el suelo, abrazándome a mis piernas, metiendo mi cabeza en medio de ellas, intentando respirar con calma.
Cubro mis oídos al escuchar los disparos cerca de nosotros, negando en silencio, sintiéndome la persona con menos suerte del planeta tierra.
- ¡¡Becky!! - Miro a Zach con terror vivo. - ¿¡Estás bien!? - Asiento en silencio y él se inclina a mi altura. - ¿¡Estarás bien sola!? - Asiento nuevamente. - ¡¡No salgas de aquí!!
Pienso negar, pero lo veo levantarse con rapidez, alejándose de mí; trago en silencio y con fuerza, sintiéndome peor en estos momentos, escuchando que cierran una puerta.
¿De qué rayos hablaba Dimitri? ¿No debemos preocuparnos por él? ¿Por qué miraba hacia el cristal como si pudiera verme?
¿¡Por qué rayos estoy pensando eso en estos momentos!? ¿¡Qué acaso no me basta con el espectáculo allá afuera!?
