XVI

11.4K 913 106
                                    

(Charles en la multimedia

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

(Charles en la multimedia.)
Era la madrugada del uno de enero.
Todavía era de noche, hacía mucho frío, y Missy y James se habían acostado en mi cama. Les tenía a ambos a los costados, con sus brazos abrazados a mi pecho.

Habían tenido tantas ganas de estar conmigo, que habían suplicado por dormir en mi cama.

Estaba plácidamente dormida, cuando algo —alguien—, pertubo mi sueño.

—Cece. —abrí los ojos de golpe.

A través de los cristales entraba un rayo lunar, iluminando parcialmente el dormitorio.

Ante mí estaba mi marido, todavía vestido en pantalón de vestir y camisa de traje. Traía el pelo despeinado, y las mejillas sonrojadas.

Salté del susto. Con el corazón estallando contra las costillas.

—¿Que estás haciendo? —susurre.

Se inclinó hacia delante.

—Ven conmigo. —dijo arrastrando las palabras.

Le miré con ojos enormes.

—¿Estas borracho?

Negó perezosamente con la cabeza.

—Ven. —repitio.

Le di un empujón en los hombros.  

—Es muy tarde, los niños están dormidos. Ve a tu cuarto, y deja de molestar.

—Pero no puedo dormir, Cece, hace mucho frío arriba. —balbuceo.

Me tiré del pelo con impaciencia.

—Pues te abrigas. Deja que duerma.

Apretó los labios.

—Me gusta verte dormir.

—Vas a despertar a los niños.

—Ven conmigo, y así no les despertare. Ven, Cece, solo un momento.

Señor. Nunca le había visto borracho, ni fuera de lugar.

—¿Que es lo que quieres?

—Hablar.

—Pues mañana hablamos todo lo que tú quieras. Ahora ve a dormir.

Me agarró la mano de entre las sábanas. Me estremecí. Estaba helado.

—Por favor. —murmuro.

Era la primera vez que decía por favor. La primera.

Tal vez fue por el cansancio, o por pena, o porque de verdad tenía curiosidad, me levanté de la cama. Tuve mucho cuidado de no despertar a los niños, y pise el suelo en puntillas.

Cuando mire a Will, estaba sonriendo. Me tendió una mano.

—Vamos. —y me tiro fuera del cuarto.

Cuando El Amor Venga Where stories live. Discover now