Cap.46. Un paso a la vez.

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POV.Nat.

No puedo creer que haya perdido la memoria. Los doctores me advirtieron, y aún así, tuve esperanzas de que no.

Tengo que llamar a Rachel, decirle todo. Necesito que venga para acá, es en la única doctora que confío. Marco su número en mi móvil y lo llevo a mi oído.

Nat... milagro, ¿a que se debe esta llamada? — la alegre voz de la rubia se escucha al otro lado de la línea.

—Sé que no suelo llamarte, Rachel... ¿cómo estás? — trato de no parecer preocupada.

Miro a Alice, se incorpora en la cama, aún mirando para todos lado con los ojos entra cerrados y el ceño fruncido. Me dirijo al bolso para sacar sus gafas.

Bien... no tan angustiada como tú — agarro mi celular con mi hombro y mi oreja para poder buscar mejor.

—¿Se nota? — me muerdo el labio inferior sacando los lentes.

Mucho — ríe un poco.

—Rai... — encuentro las gafas, las agarro y tomo mi celular con mi otra mano, acomodando mi postura.— Necesito un favor de tu parte.

Sabía que la llamada no era un vano — aprieto los labios dándole las gafas a Alice.— Dime.

—Perdón — resoplo. — Pero es urgente...— no me recibe las gafas, así que vuelvo a tener mi celular con el hombro, para ponérselas con ambas manos.

¿Qué es? — pregunta. — ¿A quien mataste?

—Oye, no maté a nadie, ¿de acuerdo? — vuelvo a tener el celular en mi mano, y lo cambio de oreja acomodando mi cabello.

De acuerdo — escucho que está riendo por lo bajo.

—Necesito que vengas a Melbourne Australia.

Melbou...— no termina el nombre. — ¿Qué carajos voy a hacer en Melbourne?

—Tu solo vente para acá...— le digo haciendo una pausa para respirar.— Con tu rubia melena a mi lado te explicaré todo... vente en el primer vuelo, y no le digas a nadie, ni a tu novio... ¿entendido?

Si, mamá — escucho como resuenan sus zapatos. — Espero que tengas una buena explicación para que yo vaya a Australia — susurra. — Nos vemos allá, Nat, bye.

Cuelga. Me paso la mano que tengo libre por mi cabello, mirando a Alice.

Esto no puede estar pasando.



(...)



Creo que ya viste mi buena explicación — le hago un ademan a la chica que está en la camilla. — En serio, necesito que me ayudes, Rai.

—Lo...— suspira conteniendo las lagrimas. — Lo haré... ¿como me pudiste mantener este secreto?

—Lo siento...

—¿Cuando lleva así? — se le acerca. — Hola, Alice — le susurra.

—Hola.

¿Qué pasaría si...?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora