¡Tú, otra vez!. (Completa) (ItaDei) (Editando)

Disciplina

Había estado toda la mañana pensando en la irresponsabilidad de su hijo, quería castigarle y hacerle entender las consecuencias de sus actos, pero debía estar tranquilo no todo era su culpa, además si le castigara tendría problemas con su esposo y esposa. Así que al llegar a su mansión, bajó de el auto sonando la puerta de manera fuerte tanto que por su fuerza la saco de lugar, ahora tendría que mandar a alguien a que lo lleve a arreglar. Pero eso era lo que menos le importaba, le dedico una mirada fría a su hijo menor y este se la devolvió, no tardo mucho en voltearle la cara de una cachetada que incluso cayó al suelo de tan fuerte que le había golpeado, si no era serio con sus hijos no le respetarían. Hashirama era muy blando pero él no, Mito era suave con ellos pero él no, se tenían que seguir las reglas de el hogar quieran o no. Llevó sus pasos pesados hasta la entrada de la mansión y mando a una de sus criadas a que los reunierá a los tres en su despacho, ella le informó de manera suave que Óbito estaba en el hospital haciendo su trabajo, sonrió orgulloso por eso de todos ellos él era el más responsable, entonces mando a llamar sólo a los menores de los tres que serían Itachi y Sasuke pero el ultimo ya estaba allí. Dirigió sus pasos hasta el lugar mencionado y se sentó sobre su silla, acomodó su cabello en una coleta y se arremango las mangas de su camisa de botones negra esto luego de haberse quitado aquel saco, tal y como había pedido sus dos hijos estaban tras la puerta, eso claramente lo pudo sentir, con una voz fuerte y ronca les permitió entrar. Observo a Itachi y las marcas que tenía en su cuerpo eso le molesto, se levanto de su silla y se acerco a su hijo, toco suavemente la tela sobre su cuerpo y la esgarro dejando ver todas las marcas. Itachi no tuvo ninguna expresión en su rostro, eso era lo de menos y eso molesto a Madara quien cerro su puño y lo estampó sobre su mejilla provocando que el cuerpo de su hijo se estampara contra las puertas de su oficina, lo levantó así de él suelo sujetandole por el cuello y le miro con autoridad.

- Se atreven a tener estas aptitudes bajo mi propio techo...  Los alimento, los visto, les doy lo que me piden y...  ¡¿Asi es como me pagan?!  Y más tú, ¡Eres un Uchiha y sin embargo te comportas como la puta de otro hombre!, ambos me han decepcionado en gran manera.  -Ambos menores estaban en completo silencio, su padre tenía la razón últimamente han estado actuando raro pero no era a propósito, era a consecuencias de sus parejas-  Esto a llegado a su límite. 
-Soltó a Itachi, y dirigió sus pasos hasta su escritorio sacando un pequeño folder cuyas páginas contenían información valiosa, pero antes de atender eso le daría un recordatorio a Sasuke. -

-Escuchen y más tu Sasuke, ese chico con el que te peleastes es la pareja de tu hermano, ha sido así desde hace 15 años. 

Sasuke, observó a Itachi algo confundido, (¿Porque no me han dicho?) -Pensó -  

-Y...  Itachi, tu hermano golpeó a tu pareja.  -Esta ves, Itachi le dedico una ojeada a su hermano menor, dándole a entender que resolverian más tarde eso-

-Sasuke, no quiero que lo que paso hoy, vuelva a suceder, y sobre la chica que podría soportar tus genes de apareamiento la he conseguido, es mayor que tu pero podrás con eso, eres mi hijo después de todo. 

Sonrió, mientras Sasuke hizo una mueca en modo de queja (Maldición, yo no quiero estar con nadie más que no sea él) pensaba-  Entonces, sobre aquel fulano, cortala si no quieres tener problemas. Ambos son alphas así que no pueden tener descendientes. Y...  Comportate de hoy en adelante, porque enserio lo de hoy no es nada comparado con como debería disciplinarte. Vete, tengo cosas que hablar con tu hermano.  -Sasuke abandonó el despacho tal y como su padre había pedido, estaba molesto, no sólo recibió un buen golpe de su padre, si no que también le había advertido sobre Naruto, eso le estaba molestando bastante, no tocaría a nadie más que no fuera él, sus pasos se fueron desapareciendo a medida que se alejaba y entonces fue ahí cuando Madara se sentó sobre su silla con el folder e invitó a su hijo a sentarse frente a él y de esa manera comenzar a hablar-