Capítulo 15

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Llegó el día de la fiesta. Me puse una camisa debajo de un jersey, unas mallas de cuero y una cazadora y fui a recoger a Chloe como le dije. Mi padre me había dejado el coche por una vez en la vida, "debe de tener fiebre", me reí para mis adentros. Cuando llamé a la puerta me abrió su hermano.
- Espera un segundo, ahora baja. -
Esperé diez minutos hasta que bajó por las escaleras con la camiseta de Led Zeppelin debajo de una chupa de cuero.
- Estás genial. - le dije.
- Gracias. Tú también. -
Subimos al coche y se puso a rebuscar entre los discos que tenía hasta que encontró uno de Nirvana.
- No lo sabe casi nadie.
- ¿Por qué?
- No sé, no es algo que vaya contando por ahí. ¿Eso es un disco de Kesha? - dijo de repente.
- Es de mi padre, ¿vale? - Chloe rió a carcajadas.
- Mentira. ¿En serio te gusta Kesha?
- Que no. - me reí mientras seguía conduciendo.
- Oh dios mio. - dijo terminando de reirse.
Llegamos a la fiesta, ni siquiera sabía a casa de quién ibamos, solo que Aubrey no iba a aparecer por allí, gracias a dios.
Estaba lleno de gente, y en el jardín estaban todos bailando con la música del DJ que estaba tocando allí, habían puesto la mesa al lado de la piscina. Saludé a Jess y al resto, que estaban bebiendo cerveza en el porche.
Fuimos al bar que habían instalado al lado de la pista de baile y pedimos unas copas.
- ¿No vas a buscar a Alex? - dijo Chloe.
- ¿Por?
- No sé.
- Ya te dije que no somos nada.
- Tampoco me des explicaciones.
- Eres tú la que saca el tema.
- Yo no digo nada. - protestó.
- Acabas de hacerlo. - sonreí. Ella me ignoró, bebió y miró para otro lado. De pronto apareció Alex por detrás.
- Ey, Becs. - dijo Alex antes de darme un beso en la mejilla. Oí a la pelirroja mofarse.
- Hola Alex.
- ¿Vienes a bailar?
- Ehh. - dudé un momento, me sabía mal dejar sola a Chloe. La miré y ella lo entendió, así que me hizo una seña con la mano mientras bebía de nuevo para que me fuera tranquila. Me levanté con el vaso en la mano y nos adentramos en la multitud que bailaba. Alex se pegó mucho a mi, intentando seducirme, y bailaba moviendo las caderas mientras sujetaba un vaso lleno de alcohol. Yo le seguía el baile y cuando me miraba, sonreía y yo le devolvía la sonrisa. Me di cuenta de que no me había parado a pensar qué sentía por ella, pero realmente no tenía nada sobre qué pensar. Era una mera diversión, me lo pasaba bien con ella y ella conmigo, una relación por placer. Apoyó los brazos en mis hombros, acercó su boca a la mia y me acarició la nuca y se me puso la piel de gallina.

Se dio la vuelta para mirar a la multitud y vió a Beca y Alex bailando. Jess llegó a la barra y se sentó a su lado.
- ¿Celosa? - dijo cuando la vió. Ella se giró para ver quién era.
- ¿Por qué iba a estarlo? - respondió.
- No me gustaría ver como se besan con mi chico.
- No somos nada.
- ¿Y qué haces aquí?
- Me invitó ella.
- Sí, pero por qué has venido.
- No perdía nada.
- ¿Qué hace una persona como tú con una persona como Becs?
- No quiero discutir ahora.
- Yo tampoco. Solo tengo curiosidad. ¿Os habéis besado?
- ¿Qué? - se puso nerviosa y bebió de su vaso.
- Pasáis mucho tiempo juntas.
- ¿Que tiene que ver eso?
- ¿Te gusta?
- Qué te importa.
- Relax, fiera. - hizo una pausa para pensar cómo sonsacarle información. - Becs me lo ha contado ya, solo quería que me lo dijeras tú.
- Pues ya lo sabes.
- Entonces, ¿te gusta?
- Te he dicho que qué te importa.
- Si me lo dices te ayudaré.
- ¿Por qué me ibas a ayudar?
- Porque sé que a ella sí le gustas. Solo dime sí o no.
- Déjame tranquila.
- Vale, no lo admitas si no quieres, pero si por una vez en tu vida has sentido algo por alguien, por encima de esa mierda de actitud superficial que tanto os caracteriza a los de tu "especie", haz algo. Con Alex se lo pasa bien, ya lo ves, ¿qué haces tú por ella aparte de traerle problemas? - ella no contestó. - Y si le haces daño otra vez te las verás conmigo, te lo advierto. - y se marchó sin decir nada más.

Mientras Alex intentaba seducirme vi a Chloe con un tio que intentaba entrarle. Ella lo rechazó y al instante cruzamos miradas durante un segundo. La primera en apartar la vista fui yo para prestar atención a Alex, que seguía con lo suyo. Acercó su cara a la mia de forma que podía notar su aliento en mi boca, y luego bajó para besarme el cuello. Miré a la pelirroja de nuevo, pude notar que estaba tensa, como celosa. Después de unos minutos le entró otro chico, pero al ver que yo estaba mirando de nuevo empezó a coquetearle. Jugó con un mechón de su pelo, le dedicó una sonrisa y aceptó una copa que le ofreció mientras él sonreía también y le decía algo al oido. Cuando Chloe volvió a mirarme le cogió de la camisa, lo acercó a ella y le besó.
- Ahora vengo. - le dije a Alex cortándole el rollo totalmente. Me hice paso entre la multitud y llegué hasta Chloe.
- Perdona, está conmigo. - la cogí de la mano y me la llevé hasta la pista de baile.
- Oye, que estábamos hablando. - protestó.
- No creo que ese tio quisiera hablar precisamente.
- Se llama Jacob, y eso es cosa mía.
- Vale, perdona, vuelve con él si tanto te apetece. - dije molesta.
- Creía que tú ya estabas bailando con Alex. De hecho... tienes ahí algo. - dijo señalando el chupetón que me había dejado hacía un momento. "Mierda", pensé. Se dió la vuelta y se abrió paso entre la multitud para volver con el chico.
- ¿Donde estabas? - me preguntó Alex cuando volví.
- He ido al baño. - mentí. Miré a Chloe de nuevo, no estaba mirando. Continué bailando con Alex esperando a que mirara, y cuando por fin cruzamos la mirada atraje a Alex para que me besara. Mientras nos besábamos noté que alguien me cogió de la mano y estiró. Era Chloe, y se puso a bailar conmigo.
- Eyy. - protestó Alex, pero ambas la ignoramos.
- ¿A qué juegas? - dijo la pelirroja.
- ¿Yo? ¿Jugar a qué? Creía que te daba igual. - yo le seguí el baile. - Y has dejado solo a tu novio, pero parece que está entretenido. - dije señalándole. Se estaba besando con una chica.
- Qué más da. - se pegó más a mi mientras seguía bailando, intentando provocarme. En cierto momento acercó su boca a la mia, y cuando traté de besarla se apartó sin dejar de bailar.
De repente me llegó un mensaje. "Lo he visto todo", me envió Jess. "Dejad de jugar como si fuerais crias". "Está intentando provocarme.", le respondí. "Y tú a ella también. Más os vale acabar con esto o iré yo mismo a hacerlo." Suspiré.
- ¿Jugamos a algo? - dijo con un gesto refiriéndose al vaso.
- ¿A qué?
- Ven. - Me cogió de la mano y me llevó otra vez al bar, pidió un par de chupitos y nos sentamos. Me di cuenta de que ella estaba algo sonrojada por el alcohol, y eso le hacía irresistible.
- ¿Prueba o verdad?
- ¿En serio?
- Es divertido.
- Empiezas tú. - me dijo la pelirroja.
- Verdad.
- ¿Por qué me hablaste el día que iba borracha?
- Porque estabas a punto de caerte allí mismo, y me hubiera sentido culpable si hubieras muerto en un sitio como ese. - sonrió a medias.
- Verdad. - apoyó la cabeza en su mano.
- Estabas celosa hace un rato.
- No.
- ¿De verdad te gusta ese tio?
- Esa no era la pregunta, ¿prueba o verdad?
- Verdad.
- ¿Qué hay de Alex?
- Tardabas. - sonreí. - Es una amiga.
- No lo definiría así.
- Defínelo como quieras, no hay nada más. - se quedó pensando. - te toca.
- Verdad.
- ¿Te gustó lo que pasó en mi casa? - se puso incómoda y se apartó el pelo de la cara.
- Puede.
- Define puede.
- Ya he contestado, te toca.
- No doy por válida la respuesta.
- Mitchell... - dijo amenazante.
- Me divierte ponerte incómoda, porque además así siempre dices la verdad. - Puse una mano en su rodilla y empecé a subirla rozando el interior del muslo, se puso nerviosa.
- Sí o no. - se levantó pero yo también me levanté y le impedí que se fuera, quedando a escasos centímetros. Estaba sonrojada por el alcohol, le miré los labios, estaba deseando besarla. Comprendió el juego y quiso girar las tornas. Se acercó a mi oreja hasta que sus labios rozaron mis piercings.
- Mitchell, eres muy odiosa a veces. - susurró. Ahora yo estaba incómoda.
- Te toca. - dijo sin separarse, a punto de contraatacar. Me dejé llevar y elegí lo que esperaba.
- Prueba.
De la nada apareció Jess y nos interrumpió.
- ¿Jugáis a algo? - dijo cogiendo una silla. Nos separamos y nos sentamos de nuevo.
- Jugábamos. - dijo ella. Yo estaba demasiado nerviosa para hablar, lo había conseguido, pero Jess había truncado su plan de aprovecharlo y no supe si alegrarme.
- Siento la interrupción. - Beale miró para otro lado molesta. - Bueno, me apunto. ¿A quien le toca?
- A mi. - dije. - Prueba.
- Consígueme el número de aquel moreno de allí. - me pidió Jess.
- ¿En serio? - Resoplé y fui hacia él.
- Siento haber interrumpido tu truco de seducción. - le dijo a la pelirroja.
- Ya.
- Parece que la respuesta es sí.
- ¿Qué? - él se rió.
- Te la hubieras tirado aquí mismo. - ella le miró.
- ¿A qué has venido?
- Me aburría. - sonrió.
Cuando volví llevaba en el brazo apuntado el número de teléfono.
- Te amo. - me dijo Jess mientras se lo guardaba en la agenda del móvil.
- Te toca, pelirroja. Prueba o verdad. - le dijo Jess.
- Prueba. - Jess y yo nos miramos.
- Besa a Alex. - dijo él.
- ¿Qué? - dijimos al unísono.
- Venga. - insistió. - ¿Es que no quieres que lo haga? - me dijo.
- Y por qué iba a querer.
- Vale. - dijo la pelirroja.
- ¿Te has vuelto loca? - le dije. Ella sonrió y de dirigió hacia Alex, que seguía bailando. Se puso a bailar con ella, se giró para mirarnos y cogió a Alex por el cuello y le besó. Alex no entendía nada, y Chloe no le dió tiempo a preguntar porque se dió la vuelta y volvió.
- No besa mal. - me dijo. - ¿Jess...?
- ¿En serio? - dije indignada.
- Prueba.
"Necesito beber esta noche", pensé.
- Paso de jugar. - pedí una botella y un vaso de chupito.
- ¿Te has picado? - dijo Chloe.
- No, me he cansado de jugar.
- Qué mentirosa. - dijo Jess pidiendo dos vasos más. Sirvió tres chupitos.
- Una ronda más.
- Ay dios...
- El que más aguante bebiendo gana.
- Voy a ganar yo, aguanto más que tú.
- Confío en ti, pelirroja. - dijo Jess. Empezamos la primera ronda, la segunda, la tercera, la cuarta... y todo bien, Jess y Chloe no paraban de reirse entre ellos mientras se metían conmigo. Tras la sexta ronda Chloe se rindió.
- Bien Mitchy, solo quedamos tú y yo. - me miró con una sonrisa desafiante. Di un trago y me entró un mareo tremendo.
- Pareces mareada.
- Na. - mentí.
- ¿Segura?
- Sí.
- Vale. - bebió de nuevo. Cuando me tomé el siguiente no pude disimular y sonrió triunfante.
- Vale, tú ganas. - dije.
- Prueba o verdad.
- Prueba.
- Subid arriba y colaos en el cuarto de Robin.
- ¿Quién coño es Robin?
- El tio que organiza esto.
- ¿Y por qué estoy incluida? - añadió Chloe.
- Porque también has perdido.
- Ok. - dijo Chloe, que habia pillado el plan de Jess, mientras me cogía de la mano y me arrastraba con ella adentro. Jess sonrió triunfante.
Subimos las escaleras y nos metimos en la primera habitación que encontramos. Me mareé otra vez y apoyé la cabeza en su hombro.
- Creía que aguantabas más que yo, Mitch. - Levanté la cabeza y fruncí el ceño.
- ¿Mitch? - ella se rió y fue a cotillear la pila de discos que había en la estantería. Me acerqué por detrás y apoyé una mano en el canto de una balda. Cuando se giró de nuevo estábamos a un par de centímetros. Se mojó los labios inconscientemente. Acerqué mi boca a la suya y noté el calor de su cara, pero se apartó.
- Te gustó lo que pasó en mi casa.
- Sí. - no me esperaba que lo fuera a admitir.
- ¿Pero?
- Pero está Alex.
- No tenemos nada, solo...
- Os habéis acostado.
- Sí, pero eso no significa nada.
- Para ti.
- No puedes pretender que no pase nada si tú y yo no somos nada.
- No te he exigido nada.
- Pero estás molesta igual.
- ¿Y qué? - admitió. Pasé un brazo por detrás de su cintura y la atraje hacia mi, y ella me agarró de las mangas. Me acerqué de nuevo y no se apartó. Pasé la lengua por su labio superior y le mordí el labio inferior para provocarle. Cuando quiso besarme me aparté unos centímetros.
- ¿Qué sientes por mi? - dije.
- No lo sé.
- Cómo que no lo sabes.
- Pues que no lo sé, es confuso. - susurró acercándose a unos milímetros de mi boca con los ojos cerrados. Rocé sus labios con los mios.
- Dios, Beca, ¿por qué tienes que hacerlo tan dificil?
- ¿Yo? ¿Ahora es culpa mia?
- ¿Qué es culpa tuya?
- Que no sepas lo que quieres. Dilo, Beale.
- Te he dicho que no lo sé. - Tal como acabó la frase cerré la distancia que nos separaba con un beso lento y suave. Abrí sus labios con el pulgar y la besé otra vez. Introduje mi lengua y la junté con la suya. Sabía dulce, a la bebida que habíamos estado bebiendo. Di un paso para que su espalda chocara con la estantería. Fue un beso largo de muchos segundos.
- ¿Qué sientes? No me hagas obligarte otra vez. - puse una mano en el interior de su muslo y fui subiendo lentamente.
- Para. - Apoyó la frente en mi hombro y me agarró más fuerte de la manga.
- He tenido suerte antes, ¿eh? - sonreí.
Ella me miró desafiante, con una pequeña sonrisa.
- Dímelo. - le puse el pelo detrás de la oreja. - Es la última vez que lo pregunto. - subí la mano bruscamente y rápidamente la apartó.
- Becs...
- No va a pasar nada, te lo prometo. Solo... necesito saberlo, por favor.

Mitchell & BealeOnde histórias criam vida. Descubra agora