Capítulo 26

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- Está muy rara. - dijo Chloe caminando hacia casa junto a Jess.
- Cariño, Beca es rara desde que nació.
- No me refiero a eso. Está demasiado a la defensiva.
- Me parece lógico y normal si Aubrey os tiene en el punto de mira. Tendrá miedo de perderte.
- Pero ya hablamos sobre eso.
- Ya, pero aun así... - de pronto apareció Cindy por detrás suya jadeando ligeramente como si acabara de andar muy rápido.
- Eyy, hola. Os he visto a lo lejos y he decidido alcanzaros. ¿De qué habláis?
- De...
- De nada. - Chloe interrumpió a Jess. No había confianza suficiente como para contarle sus problemas amorosos a esa chica.
- Así que no quieres decirmelo...
- No es eso, es que... no es nada.
- De acuerdo.
- ¿Os gusta el Peggy Sue?
- Claro, vamos a menudo.
- ¿Os apetece ir?
- Sí, claro. - y eso hicieron.
Llegaron al Peggy Sue, la cafetería americana ambientada en los 80 que tanto frecuentaban siempre. Se sentaron en la mesa de siempre y pidieron unos batidos.
- Qué raro se me hace estar aquí con alguien que no son Skylar, Ashton, Kylie o Beca.
- Me gusta mucho este sitio. - dijo Cindy.
- ¿No acabas de llegar a la
ciudad? - preguntó la pelirroja.
- Sí... pero... en Minnesota también hay.
- ¿Y echas de menos tu ciudad?
- Claro, pero seguro que aquí lo paso muy bien también.
- Me recuerdas a Beca cuando vino de Nueva Jersey. Solo que ella era mucho más distinta a ti. - dijo Jess.
- ¿En qué sentido?
- Chloe y ella se llevaban a matar y fíjate ahora. - Jess la miró y Chloe sonrió.
- Se pegó con mi ex-novio.
- ¿En serio?
- Y con mi mejor amiga.
- Oh.
- En fin, todo ha cambiado mucho.
- Y que lo digas. Pero no parece que tenga muy buen carácter.
- No la conoces bien.
- Supongo.
- Bueno, yo debería irme. - dijo Jess.
- Nos vamos entonces. - salieron del local y se despidieron.
- Yo voy por allí.
- Ah, yo también.
- Pues nos vemos mañana chicas,
ciao. - Jess se fue por su lado y las dos chicas por el suyo.
- ¿Y lleváis mucho tiempo juntas Beca y tú? - dijo Cindy rompiendo el silencio antes de que se prolongara demasiado.
- Poco más de un mes. Pero hace bastante más tiempo que nos vemos.
- Me han contado ya la historia.
- Sí, sería raro que no la supieras.
- No quiero entrometerme pero... ¿va todo bien con tus amigos de antes? Quiero decir...
- No. - su respuesta fue tan seca como cortante.
- Lo siento.
- No importa, ahora tengo otros.
- Me alegro de que las cosas cambien si es para mejor.
- Supongo que sí.
- Pero los echas de menos, ¿no?
- Yo voy por aquí. - señaló otro camino aprovechando la oportunidad de no seguir hablando del tema.
- Ohh, está bien. Nos vemos mañana entonces.
- Hasta mañana. - se despidieron y ambas siguieron sus respectivos caminos hasta sus casas.

- Mitch, ¿estás bien?
- ¿Por qué lo preguntas? - dije mirando el móvil apoyada en el banco de mi cocina.
- Por la conversación que tuvimos el otro día.
- Sí, estoy bien.
- Lo siento. - aparté la mirada del móvil y lo dejé sobre la mesa para darle un abrazo.
- Eso tendría que decirlo yo, no fue culpa tuya. Es solo que... no sé. - sus ojos azules me miraron de cerca.
- Qué.
- Me parece que intenta acercarse demasiado a ti.
- Acabamos de conocernos y no tiene amigos.
- Ya, bueno...
- ¿Estás celosa?
- No es eso.
- Ya... - dijo sonriendo y mirándome a los ojos, esperando a que lo admitiera.
- Pero si esa rubia se te acerca más de la cuenta hablaremos.
- Relájate. - me besó despacio el cuello y después los labios.

- Hola Chloe. - dijo la rubia apareciendo por detrás de la puerta de la taquilla que la pelirroja tenía abierta mientras dejaba los libros. La miró con esos ojos azules y le respondió con una sonrisa.
- Hola.
- Oye, ¿haces algo esta noche?
- No, ¿por qué?
- ¿Quieres quedarte a dormir en mi casa? - la pelirroja sonrió y frunció el ceño extrañada. - No pienses mal, es solo que... echo de menos a mis amigas y.... bueno.
- Oh, entiendo... sí claro, será divertido.
- Genial. - Cindy parecía ilusionada. - si me das tu número te mandaré la dirección por Whatsapp.
- Espera un segundo... - dijo rebuscando en su mochila. De repente sacó un rotulador, lo abrió, cogió el brazo de Cindy con confianza y le escribió en el antebrazo. Ella la observó sorprendida de que se tomara tantas confianzas. - Ahí tienes. - le dijo cuando terminó. Se miró el brazo, le había apuntado su número.
- Nos vemos esta noche.

A las 20 en punto de la tarde sonó el timbre. Chloe pudo ver una silueta femenina a través de los cristales opacos de la puerta mientras bajaba descalza por las escaleras. Abrió la puerta y apareció la sonrisa de la rubia y sus ojos verdes mirándola entusiasmada.
- Una casa muy bonita. - dijo a modo de saludo.
- Gracias. - la dejó pasar y le enseñó toda la casa. Llegaron a su cuarto y Cindy dejó sus cosas encima de la cama.
- Espero que Beca no se ponga celosa por esto.
- Tranquila, aunque preferiría que no se lo mencionaras.
- Claro, lo entiendo. - hubo un breve silencio antes de que la rubia cambiara de tema. - Bueno, ¿qué peli quieres ver?
- ¿Cuales tienes?
- Se llama internet, pelirroja, tengo todas las que quieras.
- ¿El club de los cinco?
- Genial, voy a descargarla. Ves haciendo palomitas mientras tanto. -
Cuando ya tuvieron la película a punto y las palomitas recién sacadas del microondas apagaron todas las luces y se sentaron en el sofá. Estuvieron muy atentas durante toda la película, sin tener en cuenta las intermitentes miradas de Cindy cada cierto tiempo. Cuando acabó se quedó la pantalla en negro y el comedor a oscuras, la cabeza de Cindy estaba apoyada sobre el hombro de Chloe pero no estaba dormida.
- Ha estado bien. - la rubia giró levemente su cabeza quedando cerca de Chloe. Ella se giró un poco hacia el lado contrario.
- Es un clásico, ¿qué esperabas?
- No es el tipo de películas que veo entre amigas.
- ¿Y de qué tipo veis? - Cindy solo se encogió de hombros.
- Bueno, ¿y qué hacemos ahora? - preguntó.
- ¿Qué te apetece?
- Tengo hambre.
- Vamos a cenar.

Mitchell & BealeWhere stories live. Discover now