Una Para El Equipo (One Direction y Tu)

Capitulo 12

Niall llevó la mayor parte de la conversación durante el camino de regreso. 

Bendito sea, estaba intentando enderezar las cosas. Me di cuenta de eso y traté de 
responder. Al tiempo que llegamos a mi casa, estábamos hablando cómodamente 
otra vez y yo estaba riendo. 

Pero eso estaba allí y estaba en mi mente. Zayn. Liam. Niall. ¿Tenía que acostarme 
ahora con Louis para que fuera justo? ¿No era una idea ridícula? Si lo hiciera, ¿sería 
posible mantener una relación sexual permanente con los cuatro a la vez? ¿Quería 
eso? 

Afortunadamente para nosotros, el partido de sóftbol estaba programado a última 
hora de ese día. Niall me dejó y luego corrió hacia su casa a por su equipo. 

Aproximadamente unos cuarenta y cinco minutos después —todavía a tiempo para 
el partido— aparqué en el solar y corrí al campo dos a calentar. Los chicos ya estaban 
allí, incluido Niall, que estaba haciendo esprints para calentar en el campo izquierdo. 
Saludé a los otros y dejé caer mi bolsa en el banquillo. Cogiendo mi guante de bateo 
y la manopla, me planté en el campo al lado de Louis, quien estaba haciendo los 
estiramientos de piernas. 

Normal, me dije a mí misma. Actúa normal. Nada es diferente. Nada de nada. 
Louis me sonrió, la luz del sol reflejándose en los cristales oscuros de sus gafas de 
sol. 

—Buen partido la pasada noche. 

—Es cierto. ¿Lo viste? 

—Claro que sí —él era un fan casi tan grande de los Dodger como yo, el único en 
una familia de fans de los Yankee. Pobre chico. 

Durante nuestros estiramientos de calentamiento charlamos sobre el partido. Era 
tan tranquilizador hablar normal con Louis y lanzar una pelota. Mis otros 
pensamientos y preocupaciones no parecían tan grandes y horribles cuando estaba 
jugando a la pelota. 

Cuando tomé mi lugar en la segunda y la tercera base, miré alrededor del campo. 
Liam daba patadas en la primera base mientras esperaba que empezaran las cosas. 
Louis se ajustó la gorra y las gafas a mi lado en la tercera base. Niall estaba 
deambulando por el campo izquierdo. Zayn hacía lanzamientos lentos mientras 
calentaba, esperando al primer bateador. Había, por supuesto, otros jugadores pero a 
los otros sólo los había visto en los juegos o en la ocasional reunión para comer pizza. 

Especialmente a las chicas. Oh, ellas estaban bien. Me gustaban. Pero no tenía mucho 
en común con ninguna de ellas, nunca nos manteníamos en contacto. 

Ehhh. Observé a Tina Gibson detrás de la plataforma. De todas las chicas del 
equipo —teníamos que tener al menos cinco para calificarnos en la liga— ella era la 
más cercana. Llegué a llamarla amiga. Era muy enrollada, reía mucho, sabía de 
ordenadores y deportes. Ahora que lo pienso, ella y yo nos conectamos en línea en 
WOW (abreviatura de ‘World of Warcraft’, que es un videojuego) también algunas veces. 
Quizás debería llamarla. Quizás necesitaba amigas. 

Quizás si salía con chicas, entonces podría dejar de dormir con mis amigos. 

—Hola, ¿____? 

Me sobresalté, mirando a Zayn. 

Él sonrió, dientes blancos muy brillantes en su cara mientras sostenía la 
bola de softball.

—¿Estás lista?

Sonriendo, golpeé mi guante. Tendría que pensar en las cosas de los amigos más 
tarde. 

—Puedes apostar. 

* * * 

Fue Zayn el que arruinó las cosas.

Corrí por encima de la base del bateador un momento antes de que la bola 
aterrizara en el guante del catcher. 

—¡Fabuloso! —Grité, chocando felizmente contra el cercado de malla y usando mi 
impulso para girarme y observar el resto de la jugada. Niall estaba seguro en la 
segunda base y Zayn anotó con seguridad frente a mí. ¡Ahora estábamos una carrera 
por delante! 

Con una típica demostración de exuberancia, el tiarrón envolvió sus brazos a mi
alrededor y me levantó del suelo. El beso que plantó en mi boca definitivamente no
era típico. 

A toda prisa, me empujé hacia atrás y salí de sus brazos. 

—¿Qué estás haciendo? 

Él frunció el ceño, sonrojado. 

—¿Qué? 

Reconocí ese ceño. Estaba avergonzado. 

Mirándole enfurecida, me limpié la boca con el dorso de la mano. 

—No hagas eso. 

Cuando me giré para volver al banquillo, vi que las cosas estaban peor. Nos 
habían visto. Todos. Dos de las chicas estaban riéndose disimuladamente (las dos 
que habían tenido grandes amores con Zayn). Tina me dirigió una mirada risueña con 
los ojos muy abiertos. Esas reacciones podía manejarlas. Pero Liam estaba apoyado 
al final del cercado de malla con una sonrisa divertida en sus labios. Louis, bate en 
mano, me lanzó una mirada sin expresión, ilegible, mientras pasaba para tomar su 
lugar en el círculo de espera. 

Mierda. Me fui derecha hacia el banquillo y me dirigí a mi bolsa que estaba 
colocada sobre el césped más allá de la caseta. 

—____.

—Márchate, Zayn.

Una mano en mi brazo hizo que me diera la vuelta.

—Lo siento. 

Aparté de un tirón mi brazo, mirando más allá de él. 

—Tuvimos público. 

—No me importa. 

—A mí sí. 

—Mira, lo siento. No pensé… 

Me hice a un lado, lo que significaba rodearle para ir de nuevo al banquillo. 

—No pienses y no lo vuelvas a hacer otra vez. 

Él dejó que me fuera. Afortunadamente, Niall consiguió lanzar fuera de la tercera 
base en ese momento, para hacer nuestro tercer eliminado, entonces la gente estuvo 
demasiado ocupada poniéndose sus guantes y saliendo al campo como para que me 
tomaran demasiado el pelo. 

Estaba cogiendo una botella de agua fría de la nevera, una entrada más tarde, 
cuando Liam se deslizó detrás de mí. 

—Hey. 

Salté lejos de él, pero casualmente se inclinó para conseguir su propia botella. 
Cuando se levantó, me lanzó una sonrisa diabólica. 

—¿Quieres venir a jugar esta noche? 

Mi boca abierta era probablemente mucho más sospechosa que todo lo que él 
había dicho. Después de todo, su voz había sido demasiado baja para que nadie lo 
escuchara. Miré alrededor y pillé a Louis mirando, su cara seguía inexpresiva. 
Cerré los ojos y rompí brutalmente el tapón de mi botella. 

—No —me alejé de Liam. 
Él no me siguió. 

Decir que mi juego sufrió después de eso sería un eufemismo. Por primera vez, 
que pudiera recordar, hice todo lo que pude para no estar cerca de mis mejores 
amigos. Me mantuve al margen de todos ellos, incluso del único con el que no me 
había acostado. Claramente, estaba menos preparada para tratar con esto del sexocon-amigos de lo que me pensaba. 

Ganamos el partido. Cuando gritaron el último eliminado, fui la primera de 
cualquiera de los equipos en ponerme la bolsa sobre el hombro y dirigirme al coche. 

Zayn me llamó, pero le ignoré. Llegué a mi coche y ni siquiera me cambié los zapatos 
de clavo por las deportivas. Me los quité mientras encendía el motor y los tiré al 
asiento de atrás antes de salir marcha atrás de mi estacionamiento. 

Mi teléfono sonó unos minutos después, pero no contesté. Iban a ir a The Bull para 
celebrar con cerveza y pizza. 

Yo no iría.