Misery Business | Brallon

35. Dirty Little Secret

Nota:

Ha sido un año increíble, tanto positiva como negativamente, y no podíamos no darles esto el día de hoy, gracias por siempre estar.

¡Felices fiestas!

—M&Q

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Dallon despertó y estaba algo confundido, no tenía claro nada de aquel sueño que tuvo durante la noche a excepción de esa sutil idea que surgió al final, no permaneció concreta en su mente pero sí que le daba una sensación agradable de querer hacer ciertas cosas.

Miró a Brendon y éste dormía plácidamente, estaba bastante cómodo, apenas y había empezado a salir el sol según la luz que se colaba por sus cortinas, madrugó por inercia y no pudo volver conciliar el sueño, a pesar de que el ambiente en la habitación estaba de lo más placentera en realidad no quería, se sentía con ganas de despertar, levantarse y hacer cosas.

Le alegró, pues eso significaba que su humor había mejorado demasiado, tenía entusiasmo y se sentía bastante bien.

Era tentador quedarse acurrucado junto a Brendon bajo las cálidas sábanas, pero se convenció pensando en que no le haría daño tener un rato para sí mismo y pensar, ésta vez evaluando las cosas buenas solamente.

Su pesadez había reducido un tanto, a pesar de aún añorar una sola cosa, había liberado muchísimo y quería tomarse un rato para apreciarlo consigo mismo.

Con cuidado zafó su brazo que rodeaba al otro cuerpo y con sutileza empezó a levantarse de la cama no sin antes dejar que sus dedos se deslizaran sobre la piel del brazo del menor que para Dallon tenía la misma textura que una fina tela de seda.

Se dirigió hasta el baño y lavó su rostro con agua fría, observó su reflejo en el espejo y notó lo diferente que se veía, por lo menos existía un mínimo cambio, las bolsas bajo sus ojos y ojeras se habían disminuido un poco al igual que el color de su rostro había regresado.

Para su propia impresión, al salir sus pies rozaron algo muy suave. Se detuvo en seco y miró abajo, trató de no reír. Era el tedioso gatito negro.

—Shh. No hagamos ruido, sigue dormido —Le habló en voz baja al gato pues Brendon se veía muy placido durmiendo en algún lugar bajo el edredón solo se podía ver el bulto que subía y bajaba debido su respiración y el castaño cabello alborotado que sobresalía un poco entre todo el blanco de la cama.

Tomó al pequeño gato en sus manos y se retiró de la habitación llevándolo consigo escaleras abajo hasta la cocina.

Montó agua para un café, no tenía apetito, tal vez más tarde,comería algo una vez Brendon se levantase, pues los desayunos eran mejor si estaba con él.

Había dejado al gato en el suelo y puesto un poco de comida para él, junto un poco de leche tibia con algunas vitaminas recomendadas por el veterinario que para su impresión el felino aceptó con gusto. Ya no estaba tan antipático con Dallon, incluso se dejaba acariciar, parece que pensó muy pronto ya que el gato intentó morderlo después.

Fue hacia las ventanas corriendo las cortinas para cuando terminara de salir el sol iluminase toda la casa dando la calidez que necesitaba.

Y como siempre, se dedicó a trabajar un poco, nada agobiante, sólo detalles de los que ya se sentía acostumbrado y de los que si hacía temprano se liberaría luego.