Jackson Henderson vive encerrado en una relación pasada. Le resulta imposible apartar sus sentimientos por su ex novio. Aunque su relación haya sido una farsa.
No sabe cómo, pero Brett Milton ha entrado en su vida para distorsionar sus sentimientos...
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Jackson.
El "paseo" en moto fue la segunda cosa más aventurera que he hecho en mis 18 años.
Brett iba por delante (Conmigo en su moto, claro) y todos sus amigos, que parecían más su séquito, nos seguían gritando y hablando entre ellos.
Noto que todos tienen la misma campera de cuero, incluso Brett. Parecen ser una especie de banda. Todos tienen el mismo logo impreso en el que figuran las palabras Dark Shadows. Tenían todas las pintas de ser unos maleantes. ¿Por qué no estaba aterrado? Al contrario, me sentía extasiado. Mis manos en la cintura de Brett parecían calmar todos mis miedos.
Nadie mencionaba el hecho de que Brett huyó de la pelea. No quiero preguntárselo directamente a él, siento que no soy el adecuado.
Una vez que llegamos al club, los amigos de Brett se despiden de nosotros con unos bocinazos y continúan su camino.
—Vaya amigos. —bromeo para intentar caerles bien y que no me den un navajazo la proxima vez que los vuelva a ver.
Brett sonrie un poco triste, lo que me hace mirarlo confundido.
—Amigos, amigos... —y corta la frase allí, dejandome con la duda.
—¿Con que Mark eh? —digo con tono de broma pero en el fondo queriendo saber por qué le llamaban así.
Me mira confundido hasta que entiende.
—Larga y aburrida historia.
Me doy cuenta que es misterioso, que no sé nada de él y que estoy loco porque me atraiga alguien así.
Entramos al club y llega el momento de separarnos.
—Gracias por traerme, fue... emocionante ir rodeado de motos. —Peguenme por decir tantas tonterías.
Brett sonríe sin deja de mirarme a los ojos.
—¿Hoy compites, verdad?
Asiento.
—En unas horas.
—Vendré a verte.
Esquivo su mirada para que no reconozca lo que estoy sintiendo en este momento. No me sorprendo por su comentario, o eso intento, trabaja aquí, no le cuesta nada dejar su puesto unos minutos para verme nadar.
—Allen vendrá. —agrego al acordarme.
—Perfecto, lo buscaré. Suerte, Jacky. —dice lo último en tono burlón.
Me doy la vuelta y trato de ignorar aquel apodo.
Subo hacia los vestidores e intento no pensar en nada más que en la competencia. Pero fallo, Elliot viene a mi mente en todo momento. ¿Ha llamado a mi casa? ¿Para qué? Podría haberme hablado directamente a mi móvil. ¿Cuándo saldrás de mi cabeza Elliot?
