Capítulo 18: No.

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Brett

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Brett.

La música que suena estrepitosamente es la primer molestia que hace que me despierte.

Lo segundo es el hielo que alguien está aplicándome directamente en la piel de mi mejilla, quemándome.

Lo aparto de un manotazo y me llevo una mano a la cabeza por el dolor.

Cuando veo quién está conmigo se me estruja el corazón.

Jackson está con expresión sorprendida y una bolsa de hielo en la mano.

—Lo siento. —digo cerrando los ojos para escapar de su mirada.

Cuando vuelvo a abrirlos me doy cuenta de donde estoy.

Acostado en un sillón, que de alguna forma a llegado a la cocina de la mansión, en las piernas de Jackson. Y me parece el mejor lugar para estar luego de haber perdido una pelea.

—Lo siento. —dice él, repitiendo mis palabras.

Sin mi permiso y antes de que pueda evitarlo, nos estamos sonriendo. Como si nada hubiera pasado.

Hago un esfuerzo sobrehumano para interrumpir nuestras sonrisas y levantarme de encima suyo.

—No sabía que pelarías contra Elliot. —suelta de repente. Y yo me quedo con una interrogación pintada en la cara.

Elliot... No me digas que este Elliot es aquel Elliot.

¿Cómo pude no darme cuenta?

—Es... Elliot... Tú... —me quedo sin palabras.

Si sabía quién era antes, estoy seguro que no me ganaba.

—Sí, bueno, ya has conocido a mi ex novio. —dice lo más tranquilo.

—Sabe cómo golpear. —bromeo.

Me levanto del sillón, o eso intento cuando un mareo me obliga a sentarme nuevamente. Jackson me toma del hombro para ayudarme.

—Oye, oye. No tan rápido. Te han golpeado fuerte.

Trato de quitar su mano de mi hombro disimuladamente, pero él lo nota.

Nos quedamos en silencio, con el sonido de la fiesta haciendo eco en la cocina. De tanto en tanto entraba alguien a buscar bebidas.

—Brett...

—Voy a irme a casa... para descansar. —lo corto porque sé de lo que querrá hablar y yo no soy lo suficientemente valiente para afrontarlo.

—No puedes seguir escapando de esta charla. Tenemos que hablar de lo que pasó.

—¿Qué pasó? ¡Nada pasó! Tuvimos sexo. Nada más que eso. —me altero y me levanto de un salto, ignorando el mareo.

—¿Nada pasó? —Jackson se levanta igual de sobresaltado, se queda a mi altura, clavándome su mirada con odio.

Green.Where stories live. Discover now