IX

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Baje las escaleras deprisa y me dirigí hacía el sanitario a lavarme la cara para quitarme todas estás ideas, tal vez solo estoy estresado.
Llegue al lava manos y frente de mi había un espejo, perfecto, me lave la cara y tome papel para secarme, me recargue con mis codos mirando hacia abajo pensando en aquella chica, en mi padre, en mi maestra, mis abuelos. Definitivamente los inicios no eran lo mío soy todo un fracaso, me siento tan triste solo quiero estar solo y llorar hasta el cansancio, quiero salir corriendo y estar en mi casa.

Me encuentro en el punto de mi tristeza donde quiero ahogarme en mis pensamientos pero justo en este momento la puerta se cerró fuertemente y las luces comenzaron a apagarse y prenderse, estoy pensando que tal vez estoy loco y necesito terapia pero intente abrir la puerta y no pude, regrese a los apagadores y estaban en su lugar todo se encontraba en perfectas condiciones, ningún pretexto para que me pudiera pasar esto. Mire hacia el espejo simplemente para pasar la vista y ahí estaba...al fondo se encontraba aquel espectro tenebroso, viéndome sufrir

–¡DEJAME EN PAZ!
grite desesperado viéndolo desde el espejo pero una risa siniestra salía de aquella sombra, disfrutaba el daño que me estaba haciendo y entendí qué todo se trataba de el, no era mala suerte, no era nada que esa maldita cosa siniestra.

Me tiré en el suelo volteando a aquella esquina y agarrándome la cabeza, gritándole como loco que se detuviera pero mis intentos son en vano.
Hasta que alguien abrió la puerta, las luces volvieron a la normalidad y aquella sombra se esfumó y aunque estoy muriendo de vergüenza me siento aliviado de estar en paz, eran dos compañeros que al entrar me vieron tirado y comenzaron a murmurar entre ellos.
Ya no había un solo lugar donde yo pudiera estar tranquilo, a donde sea que voy me persigue este demonio.

Al parecer es un cuento de nunca terminar, cada día qué pasa más me asusta no poder controlar lo que me sucede pero...siempre habrá un pero y una razón para seguir adelante a pesar de las circunstancias.

Ya pasó. Vengo convenciéndome de eso mientras camino a unas pequeñas bancas amarillas que están enfrente de mi salón para poder continuar el día. Las manos me vienen temblando de nervios pero ya no lo siento cerca, siento calmarme en lo más mínimo posible pero lo estoy controlando.

–¡Daniel!
Se dirigió a mi Francisco, con emoción, lo pude notar por su gran sonrisa en el rostro

–¿Qué pasa? La maestra te va a regañar si te ve aquí, lo mejor será que regreses a clase

–No, pedí permiso para ir al baño como excusa, esto es importante.

–Lo que sea te aseguro que no importa. Estoy bastante distra...

–¡Me hablo la chica que llegó tarde!

–Oh valla, felicidades.
Estoy con una sonrisa hipócrita en el rostro. Pero si ya puso sus ojos en ella solo queda resignarme, nuestros caminos son para estar separados

–No seas ingenuo, me preguntó por ti...

–No inventes, ¿Es enserio?

–Si, por eso es tan importante platicar contigo, desde el principio note lo mucho que te gustó.

–Créeme que si, pero platícame cómo pasó...

Sonó el timbre para cambiar de clase y ella salió del salón, estoy perdido en ella por su simple perfección y siento que este día es perfecto a pesar de todo

Vida después de la muerte.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon