Harlivy

Oneshot

Ivy observó la nota que alguien había colado debajo de su puerta. Reconoció la letra al instante: Infantil, redonda, y con corazoncitos en las "i". Harley.

Hola, Roja. Te hecho de menos. Te espero en nuestro sitio favorito del parque junto a la fuente. Por si quieres venir.

-Harls.

Hiedra sintió como su corazón se enternecía con una súbita, cálida, e inesperada emoción. Hacía semanas que ella y Harley se habían separado. Sin perder tiempo, se colgó con rapidez su bolso color verde, y salió del lugar

Encontró a Harley sentada en el borde de la fuente del parque. Llevaba el pelo rubio recogido en dos pequeños moños, diferentes a su par de coleta habitual. Estaba acabando de comer un helado, y la pelirroja no pudo evitar sonreír.

— ¡Roja! ¡Has venido! — exclamó, abrazándola y estampando sin dudar un beso en sus labios. Ivy no se o esperaba, pero no se quejó, ni de broma.

— ¿Cuánto tiempo llevas aquí esperándome? En la nota no decía una hora concreta.

— Todo el día —comentó alegremente la rubia, sin darle importancia.

Si hubiera estado comiendo, Pamela se habría atragantado.

— ¿Y qué era eso tan importante por lo que me has citado?

La rubia tardó un rato en responder.

— Te hecho de menos, Roja. Ya nunca hablamos...

Tenía lágrimas en los ojos, y eso hizo que su novia le abrazara. Se sentaron e nuevo en el borde de la fuente. Se besaron durante largo tiempo, y Harley apoyó la cabeza en su hombro.

— Roja.

— ¿Si, Harls?

— No me dejes nunca.

Entrelazaron sus manos.

— Nunca, Harley.

Y selló su promesa con un beso más.