Harlivy

Oneshot

Harley abrió los ojos suavemente, alertada por un leve ruido. Había botellas vacías sobre la mesa, a causa de la noche anterior, pero no veía a su novia.

— ¿Ivy? —preguntó.

— Estoy aquí.

La rubia se giró, para ver con que Ivy estaba apoyada en el marco de la puerta del baño. No llevaba pantalones, y su cabello ligeramente revuelto la hacía ver... Sexy. La rubia se alegró de que la oscuridad tapara su sonrojo.

— ¿Por qué estás despierta?

— No tenía sueño.

— Podrías haberme despertado a mi.

— Me gusta verte dormir. Eres adorable — sonrió, y Harley se acercó a ella.

Tampoco llevaba pantalones, pero, además, estaba sin camiseta.

— ¿Por qué no acabamos lo que empezamos anoche? — propuso, con cierto entusiasmo.

— Lo cierto es que me apetece mucho — convino Ivy.

Lo dijo mientras se acercaba a ella, aun más, de forma que apenas las separaban un par de centímetros. Harley se lanzó a su boca cuando su espalda dio con la pared. Después de un rato, los besos empezaron a bajar lentamente por el cuello... Y por algo más.

La pelirroja le desabrochó el sujetador, y masajeó sensualmente uno de sus pechos. Después, se quitó la camisa, y Harley la besó en el pecho, todo esto mientras Ivy no apartaba las manos. La situación se iba volviendo más excitante, ocasionándoles varios pequeños gemidos de placer.

La pelirroja, aprovechando que su compañera estaba pegada a la pared, bajó una mano hasta su zona inferior, haciéndole cosquillas con sus dedos largos. Después, introdujo el primero de ellos, moviéndolo en círculos. Luego el otro. Unos cuantos minutos, hasta que Harley se vino.

Luego, Ivy se tumbó en la cama, abriendo las piernas, y fue Harley quien introdujo sus dedos, moviendo hacia adelante y atrás durante un rato bastante excitante.

Al acabar, ambas jadeaban, sonreían, se besaban, y se abrazaban durante toda la noche.