Capítulo 9

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Ya hace unos días empecé mis clases en línea y hoy es mi primer día en la clase nocturna. Empiezo a las 6:00 de la tarde. Falta todavía una hora y se supone que Adam este llegando, pero no se le ve ni el pelo. Le envié un texto: ¡¿Dónde estás?!

Llego en 10.

La puntualidad de ese hombre un día me va a matar. Llego 10 minutos después como dijo y yo le empecé a bombardear toda la información que necesita saber para cuidar a Lucía.

- La leche está en la nevera, recuerda sacarle los gases cuando termine para que no le de dolor. Si quieres comer deje un poco de comida hecha, sino puedes pedir un delivery. Tienes que bañarla a las ocho y ya debe estar dormida para las ocho y media, sino estará llorando y molesta. Necesita este conejo para dormir y ¿cualquier cosa me llamas de acuerdo? – se estaba riendo de mí.

- Si mamá gallina, son solo 4 horas vamos a estar bien – y eso era lo que me preocupaba, ellos dos solos por 4 horas. Fui a darle un beso a Lucía y cuando me estaba yendo sentí ganas de llorar como si la estuviera abandonando, la abracé. Adam me miró y supo lo que pasaba – Iv - me dijo por primera vez – te prometo que todo va a estar bien. No te preocupes si no se hacer algo te llamaré.

Me fui rápido y sin mirar atrás, porque si lo hacía rompería a llorar y nunca llegaría a mi clase y yo quería hacer esto por nosotras. Llegué a la universidad y estuve mirando mi teléfono cada pocos minutos asegurándome de que no me pierdo ningún mensaje de Adam.

A las 8 de la noche teníamos un receso para que pudiéramos salir a estirar las piernas y comer algo. Aproveché para salir volando del salón y llamarlo. El teléfono estuvo sonando y cuando pensé que se iba a ir al buzón contesto.

- Hola.

- Hola, ¿está todo bien?

- Estamos genial, le estoy dando comida y Luce se ha portado muy bien – sonreí cuando escuché el apodo y un poco de mi tensión se fue.

- De acuerdo – suspiré – solo estoy preocupada, yo nunca la he dejado sola por tanto tiempo – le dije tragándome el nudo de la garganta.

- Tranquila ya te dije que si algo pasa te voy a llamar. Concéntrate en estudiar - me está diciendo algo más, que no escuché porque el profesor nos llamó para entrar.

- Me tengo que ir hablamos en casa – colgué y rápidamente me di cuenta del significado de mis palabras.

Gracias a Dios, el resto de las horas pasaron volando. Llegué a casa y me topé con la imagen más tierna que alguna vez haya podido ver. Adam estaba en el sillón con Lucía acostada en su pecho y ambos estaban dormidos. No me pude aguantar y les tiré una foto sonriendo. Le moví el hombro suavemente despertandolo.

- Lo siento por levantarte, pero necesito poner a Lucía en la cuna.

Tenía los ojos pesados por el sueño, pero la soltó para que yo pudiera tomarla. La cogí y la abracé duro, estas han sido las 4 horas más largas que he pasado en mucho tiempo y aunque la llevé a su cuna, la metería en la cama conmigo después de que me bañara. La dejé en su cuna me di la vuelta para ver a Adam parado en la puerta mirándome, todavía con cara de sueño.

- Gracias. Por cuidarla.

- Es mi hija Iv, no hay nada que agradecer - me miró profundamente – ¿fue duro para ti verdad? – Yo no respondí y solo asentí, el asintió en acuerdo se dio la vuelta y se fue a su casa.

Dos noches a la semana Adam se quedaba con Luce cuidándola y yo noté que cada vez se le hacía más difícil ir de vuelta a su casa. Una de esas noches antes de que se fuera le pregunté que en que trabajaba, porque aunque llevamos ya un tiempo de conocernos todavía no lo se.

- Soy arquitecto, estos días hemos estado evaluando varios terrenos para realizar un posible centro comercial. Así que estamos corriendo de un lugar para otro viendo donde puede ser posible – en cuanto dijo eso lo vi con otros ojos no me esperaba que trabajara en eso – el asombro en tus ojos es insultante – dijo burlándose de mí.

-Lo siento, - me sentí avergonzada - es que te imaginaba haciendo otro tipo de trabajo. Tampoco es el tipo de hombre que a Nicole le gustaba – dije antes de darme cuenta.

- ¡Ah si! ¿Y que tipo de hombre le gustaba?

- Por lo general músicos o artistas de poca monta – le dije recordando, aunque totalmente podía entender lo que vio en él.

De todas maneras, me estoy desviando de la oferta que quiero a hacerle. No estaba segura de cómo lo va a tomar, tragué antes de decirle avergonzada.

- Mira yo tengo una habitación extra – dije señalándole de cual cuarto hablaba – se suponía que iba a ser de Nicole, pero bueno, ya sabes que ella no está. Si quieres los días en los que yo tenga que estudiar te puedes quedar y así no tienes que irte tan tarde en la noche.

- ¿Estás hablando en serio?

- Bueno si, pero si no qui…

- Claro que quiero tonta,por lo general estoy muy cansado para guiar, pero no quiero abusar de ti – me dijo como si no hubiera sido yo quien le pidió el favor de cuidar a Luce.

- De acuerdo ya está, la próxima semana puedes traer algo de ropa y quedarte – Seguimos hablando hasta que se fue a su casa…

El acuerdo entre nosotros funcionaba a la perfección, él dejaba un poco de ropa en casa en caso de que se le olvidara y siempre llegaba puntual los días que le tocaba venir. Nos estábamos acostumbrando a la rutina, cada vez pasaba más tiempo en casa con nosotras, ninguno de los dos dijo nada sobre ese hecho.

Luce con 9 meses ya gatea por toda la casa. Tenemos que estar corriendo detrás de ella y a ella le encanta. Un día que yo no estudiaba y estábamos los dos en casa con Luce, mientras yo cocinaba, le dije que debía cambiarla que era su turno y jugaba negándose porque él ya la había cambiado antes, a lo que yo le recordaba que estaba cocinando. Me volteé a pegarle por ser vago y cuando Luce me vio salir de la cocina me llamó:

Ma…má – sentí como si el mundo se detuviera. El pecho se me hincho en una emoción, que nunca había sentido, junto con un nuevo sentido de pertenencia. No podía creer el gran regalo que mi prima cuando se marchó me dejó y que en estos momentos no creía merecer. Corrí hacia ella y la levante. Ella me volvió a llamar feliz – Mamá.

Luego de que llego la emoción, apareció la tristeza recordándome que ella no era mía. Ella tiene una mamá que no era yo, y yo estaba usurpando su lugar.

- No Luce yo soy tití, – Ella me miraba con los ojos de su madre, pero el color de su padre, llenos de esperanza. Adam me tocó con el hombro y negó diciendo:

- Tú te has ganado ese puesto Iv, cada día te he visto llenarla de atenciones, vi las lágrimas en tus ojos cuando saliste a estudiar por unas horas, soy testigo de tu paciencia y de tu amor hacia ella, créeme si ella ha de llamar mamá a alguien esa debes ser tú. Yo estoy orgulloso de que nuestra hija tenga a alguien como tú para llamar así – Rompí a llorar, porque no dijo mi hija, sino nuestra.

Había un remolino de sentimientos dentro de mí. Primero amor y orgullo de que ella me llamara mamá, porque aún sin tener mi sangre yo la consideraba mi hija. Pero también sentía tristeza, porque siento como si estuviera robando un lugar que no es mío y nunca debió serlo.

Las palabras de Adam me daban esperanza, de saber que estaba haciendo las cosas bien. Nadie nunca me había dicho que estoy haciendo un buen trabajo y no me había dado cuenta cuanto necesitaba escucharlo. Al parecer Adam si se dio cuenta, pero ahora estoy en guerra.

Mi corazón se ha dividido en dos pedazos y están luchando el uno contra el otro. Una parte quiere que Nicole vuelva y esté para siempre con nosotras y la otra está aterrada de que si ella quisiera llevarse a Luce, porque yo no tendría ninguna oportunidad de detenerla y quedaría irreparablemente destruida.

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⏰ Last updated: Feb 19, 2018 ⏰

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