Mi pequeña obsesión

Tres

-Qué te he dicho sobre tocar lo que me pertenece Taehyung?- soltó enojado el pelinegro

-Pero primito, no te v dicho que es malo no compartir?- dijo el castaño sin borrar su sonrisa

Yoongi furioso se acercó al rubio jalandolo hacia el y plantando un beso en los labios del más bajo quien abrió los ojos sorprendido, trato de alejar al pelinegro sin embargo este sostuvo su cintura con demasiada fuerza haciendo que el rubio soltara un pequeño gemido.
El pelinegro aprovechó ese acto para introducir su lengua y explorar la cavidad bucal del menor quien jadeababa en busca de aire.

-Espero que con eso te halla quedado claro que el me pertenece, ahora largo- dijo serio el mayor

-Está bien primito, pero volveré más seguido, después de todo al fin hay una buena razón para venir a visitarte- dijo el castaño antes de salir de la habitación no si nantes guiñarle un ojo al pequeño rubio.

Yoongi giró a ver a Seokjin que se encontraba en un rincón, el menor fue el primero en hablar..

-Q-quien es usted y-y por qué estoy aquí?- dijo nervioso el rubio

-Tu padre te vendió para salvar su empresa, ahora yo soy tu sueño, haras todo lo que yo te ordene si no quieres ver a tu padre veinte metros bajo tierra, me escuchaste?

Jin no tuvo más opción que asentir, amaba a su padre y si tenía que sacrificarse para que nada le pasara...lo haría

-Me alegra que nos entendamos bien- dijo el pelinegro acercándose lentamente al menor- Sabes...la primera vez que te vi me encantaste, te ves demasiado inocente y frágil- Se acercó a su odio y lamio el lóbulo de este- Yo me encargaré de corromperte- dijo en un susurro para después alejarse

- La cena será a las ocho, te quiero bañado y vestido, Sunmi te traera tu ropa- y sin más salió del cuarto dejando a Seokjin al borde del llanto, su padre lo había vendido como a un objeto y por si fuera poco tendría que aguantar a ese hombre, pero no podía dejar que matara a su padre, por el soportaría hasta la más cruel tortura. .

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Después de unos minutos de llanto, Jin decidió darse un baño, este era demasiado grande, contenía un jacuzzi hermoso lleno de burbujas, sin más comenzó a desvestirse, estando allí se relajó un poco, se dispuso a lavar todo su cuerpo, cuando estuvo listo salió con una toalla alrededor de su cintura.
Al llegar a la cama encontró su vestimenta que consistía en una playera demasiado ancha y unos shorts, al rubio no le importó, el siempre vestía así estando en su casa.

Se dispuso a vestirse, luego se acercó al gran espejo que contenía la habitación, ese short apenas le tapaba los mulsos y con esa playera cualquiera podría creer que no tenía nada debajo. Sin embargo el no le veía nada malo.

-Joven Jin la cena está lista, el joven Min lo espera-  se escucho la voz que supuso era la señora Sunmi

- Ahora bajo- respondió el rubio

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El rubio se encontraba bajando las escaleras hasta que llego al comedor el cual era muy grande per el se centro en el hombre que se encontraba sentado en aquella gran mesa, estaba con unos pantalones negros rasgados y una playera del mismo color.

-H-Hola- saludo tímido el menor

El pelinegro volteó dándose  una magnífica vista, su Seokjin con una playera holgada que cubría un poco más abajo de sus muslos, no pudo evitar tragar grueso, después de todo el pequeño tenía unas piernas hermosas, el había soñado con eso muchas veces. Incluso había comprado demasiada ropa para el rubio, todas de color rosa, desde playeras hasta lencería.
Yoongi sabía que el Rosa era el color favorito de su rubio, y si el se habia tomado el tiempo de investigar todo a acerca del menor.

-Acercate- dijo el pelinegro...