Sin Miedos

Capítulo 12.

Una de sus manos deja de sostener la mía para ir a mi vientre y hacer un pequeño círculo sobre él.

– Se ve pequeña tu panza – yo asiento –. ¿Por qué no llamaste?

– Lo hice – siento una punzada.

Esta vez es más fuerte que las otras, el dolor es muy agudo y bajo. Mi mano libre va directo a mi rostro para poder contenerme.

– ¿Dónde está la doctora? – digo después que la contracción finaliza.

– Ya la busco – se pone en pie pero le tiro de la mano.

– No! – el regresa a su silla –. No te vayas, mejor ayúdame a distraerme.

– ¿Ya sabes que es? – pregunta poniendo de nuevo su mano sobre mi panza.

– No se dejó ver – el asiente.

– ¿Crees que se mueva ahorita? – sus ojos van a su mano –. Me encantaría sentirlo.

– Háblale – me mira confundido –. Cuando le hablo se mueve, a veces demasiado.

– ¿Me reconocerá? – asiento y el sonríe.

Me muevo hacia un lado de la cama, lo suficiente para que James se pueda sentar o acostar y que pueda hablarle al bebe.

– Ven acomódate – el levanta de la silla y se acuesta a mi lado.

– Hola bebe – le habla a mi panza –. Soy tu papá.

Escucharlo hace que mi corazón se llene de alegría, cuando soñaba este momento no creía que fuera así. Pensé algunas veces que James me odiaría por ocultarle esto y pasaría lo de mis pesadillas.

– Seas lo que seas yo te voy amar – le da un beso a mi vientre –. Tu mamá está haciendo un esfuerzo enorme para que te podamos conocer.

– James – me mira.

– Yo siempre he tenido miedo de este sentimiento Sophie – aclara su garganta –. Cuando hacías comentarios de tener hijos me enojaba solo porque tenía miedo – toma de nuevo mi mano –. ahora bueno esto es una realidad y aquí donde me vez estoy muerto del miedo.

Cada vez que James dice algo con respecto al bebe hace que mi mundo se detenga, se perfectamente a que se refiere porque cuando me entere del embarazo tenía mucho miedo y bueno él siempre ha creído que no es suficiente para ser padre.

– Yo también tengo miedo – confieso –. Cuando vi la prueba de embarazo no sabía que hacer, en realidad fue Alex la que me convenció de hacer una.

– Sophie ¿De verdad quieres hablar todo esto ahora? – pregunta.

– No se – el asiente –. Pero merecías saber que este bebe es tuyo.

– Gracias – se levanta y me da un beso en la frente.

– ¿Tu tienes mi bolsa? – el niega.

– La tiene Liam – mira a la puerta –. Dijo que llamaría a tus padres para que supieran que estas aquí y tu amiga también.

Estamos acostados los dos en la cama, con su mano hace pequeños círculos a mi vientre. La doctora aun no llega para poderme la epidural en esto minutos por fortuna no he tenido ninguna contracción pero se que se podrán peor porque es lo que todos dicen. El bebe se esta moviendo un poco y James esta fascinado, en esos momentos la puerta se abre y como si fuera un resorte James se levanta de la cama.

– No quería interrumpir – se disculpa Liam.

– Estábamos hablando, tranquilo – dice James mientras yo fulmino a Liam con la mirada.