CAPÍTULO 24 []

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Hola! Hay una noticia. ¿Han leído Hasta Las Estrellas?

Bueno resulta que esa historia está concursando en los más votados de los premios Gemas Perdidas. Y yo... Pues confío en que ustedes me ayudarán votando sin parar, confío en que mi historia ganará y llegará a más personas
¿Qué piensan?
Dejo el link en mi perfil.
Y en este comentario, es la número 20.

Yoona leía un libro de misterio y suspenso, era uno de los tantos que compró para soportar su estadía en Maussan y el constante encierro en su casa de campo.

-Yoona, quiero saber cómo está mi familia -Yuri expuso sus palabras como el niño que le pide permiso a su mamá para salir.

-Puedes salir y averiguarlo tu misma -respondió la mayor con tranquilidad sin quitarle la vista al libro.

Yuri sintió alegría al conocer que Yoona le dió libertad, pero la felicidad se desvaneció inmediatamente.

-Pero recuerda lo que te dije, cuando salgas espero no volverte a ver por aquí, si regresas estás muerta.

Entonces Yuri no dió un paso más, se quedó estática debatiéndose. Tenía una pesada decisión en sus manos.

-Si estás aburrida -Yoona se levantó de la silla y cerró el libro- lee este libro, la intriga que produce te hará que se te pase rápido el tiempo

Yoona pasó delante de la morena y le acomodó el libro en las manos.

-Trastorno de identidad disociativo. La chica tiene múltiples personalidades -le explicó Yoona a la morena con la palma de su mano derecha sobre su espalda dándole palmaditas-. Si entras en el mundo de un libro se te olvidará por el momento el mundo propio.

Yoona se fue a su habitación, Yuri quedó de pie mirando el libro.

-La tenue danza del efecto Mariposa -leyó el título con extrañeza.

Afuera, por la única carretera que entra a Maussan, venía un vehículo de color rojo, un Mini Cooper de tres puertas. Su conductora, una rubia que antes que aire acondicionado preferiría sentir el aire que entraba por la ventana, disfrutando de la pureza y los aromas agradables que solo había encontrado llegando al pequeño Maussan. El motivo de su visita, por primera vez, a ese pueblo, era comunicarse con su compañera de carrera, alguien a quien consideraba especial y le tenía mucho cariño.

La rubia era muy bonita, popular en su universidad. Estudiante de comunicación social pero desde el primer semestre ya se había ganado un puesto como presentadora de televisión en un canal nacional. Detrás de las cámaras no era muy sociable, se mantenía fría y alejaba a casi cualquier persona de su alrededor, pero lejos de parecer antipática, las personas la tenían como una diosa a la que solo podían admirar de lejos. Jessica Jung, era considerada una princesa, una fría y esquiva mujer con el don de atraer multitudes.

La muchacha, desbloqueo su teléfono y allí apareció su imagen junto a la que, únicamente ella, consideraba su mejor amiga.

-Te pasaste Yuri, sinvergüenza. Jamás imaginé que me ibas a dejar sola presentando nuestro proyecto, espero tengas una buena excusa para no haber ido a clases -habló sola, después de ver la fotografía más valiosa que guardaba en su celular.

Jessica era la hija de dos personas muy ocupadas. Sus padres eran divorciados y quién tenía la custodia de ella fue su padre, por esa razón todavía vivía con él. Por orden de su padre tuvo que acercarse a Yuri, así fue como la conoció en la universidad, aunque fue una casualidad que hayan elegido la misma carrera, tenían que conocerse. Ella tenía profundo respeto por Yuri, la amaba en gran manera, pero había miles de cosas que no se atrevía a contarle, por ejemplo, que su padre era inversionista de la empresa de agua de Seung-Heon, el padre de Yuri; o que no era pobre como afirmaba, tampoco que la verdad razón por la que se acercó a ella fue por la presión que ejerció su padre.

Al ir entrando al caserío una multitud le cerró el paso y se abalanzaron contra su automóvil. Golpeando salvajemente, gritando, aplástandose los unos a los otros. Dejando a Jessica extrañada más bien que asustada.

-La señorita Kwon, la estoy buscando -gritó, rogando que alguien la escuchara.

Un hombre fuerte la bajó del auto y la arrastró lejos del gentío.

-¿Eres de esos hombres verdad? ¿Vienes a destruir nuestra tierra? -la interrogó con amenaza.

-Busco a la señorita Kwon -reiteró. Normalmente llamaba a Yuri así-, ¿La conoce? Mi padre el socio del señor Seung-Heon Kwon.

-¿Se refiere a Yuri? La chica que trabaja en la radio, mi vecina -Jessica asintió-. Ella... esa muchacha está desaparecida, ¿Todavía no sabe lo que le pasó a Seung-Heon?

-¿Qué? No. Ella no a ido a la universidad y por eso la estoy buscando -respondió con preocupación. Y mirando a su alrededor preguntó-. ¿Qué está pasando?

-Pues, mire, como puede darse cuenta el pueblo está revolucionado. Están protestando porque llegaron unos hombres, empresarios ellos, con maquinaria, planos y un montón de papeles firmados por el gobierno a cambiar nuestra forma de vivir. Miré hacía allá arriba -señaló una montaña- van a construir una antena, de esas que usan para celulares, porque quieren que la señal de celulares sea mejor y que se usen más. También quieren los minerales que se descubrieron antes de la tercera guerra, y se murmura que hay petróleo. Lo peor de todo es que es una empresa Angloamericana, nuestro gobierno nos vendió a unos extranjeros.

Jessica quedó perpleja ante toda la información, la gente se veía enojada, otros no escondían su tristeza y desesperanza.

-¿Qué pasó con el papá de Yuri? No he hablado con mi padre en varios días, no lo veo hace una semana.

-Seung-Heon... él, de milagro está vivo. Aunque su estado es delicado. Está en una clínica privada de Heartland -informó con tristeza, el hombre era cercano con su vecino-. Él era la única persona con el poder de ayudarnos, creo que por eso lo atacaron.

El hombre rompió a llorar, le dolía lo que estaba pasando en Maussan y también lo que pasaba con la familia Kwon.

El día del ataque, Seung-Heon iba a firmar en contra de la explotación de tierras en Maussan. Pero ahora estaba muy mal, todavía no despertaba y podía morir debido a las heridas en su cabeza y órganos vitales. Priya su esposa estaba desecha, y aunque tenía heridas físicas, la ansiedad y la depresión habían regresado sin compasión.

-Nadie, se atreve a buscar a Yuri por temor, nos sentimos amenazados aquí, por favor, si usted es valiente encuentrela -suplicó el señor, con una mirada llena de esperanza.

-Voy a ayudar, señor, nada me asusta, nada tengo que perder -aseguró Jessica-. Voy a encontrar a Yuri.

Este capítulo es una de las sorpresas, cuando cumplan la meta de comentarios les pondré el resto

I'm a wolf (Girls generation) Fanfic españolNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ