#Ocho

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El desayuno fue delicioso y calmado, justo lo necesario antes de empezar una misión suicida.

Después de un charla pequeña entre la empleada y Gabriel que se tradujo básicamente en la ubicación de las bicicletas y que todo corría junto con la cuenta del cuarto; ambos se dirigieron tomando una de las bicicletas rojas, y mientras el chico se sentaba en el asiento, Nico se acomodo en la parte trasera sentándose de lado y se sostuvo obligado del torso del chico.

  — ¿Listo? —preguntó Gabriel con uno de sus pies en el pedal de la bici. Y el italiano asintió dando una afirmativa—. Tú tienes el mapa, así que guíame, iré medianamente lento.   

[ . . . ]

Lo problemático era probablemente la enorme cantidad de edificaciones y avance humano sobre la naturaleza; Nico estaba más bien acostumbrado a la calma, a estar entre pasto y bosques practicando y pasando el tiempo entre otros semidioses. Pero con toda esa edificación y construcciones, con todo ese molesto caos constante del que no podía escapar; encontrar algo de naturaleza con ninfas amables era un poco complicado. Demasiado de hecho.
Sin embargo luego de bastante recorrido (por horas y horas) entre todo tipo de plazas buscando espíritus entre árboles y espacios verdes, e incluso luego de haber recorrido todo un parque estilo reserva natural, no habían obtenido nada importante en lo que se refería a la amenaza que estaban buscando.

Y finalmente, luego de investigar entre todo tipo de espíritus de la naturaleza y algún que otro sátiro, terminaron por conseguir como dato (después de un dracma) de un fauno que menciono algo sobre un olor a algo fuerte a monstruos y a muerte como Nico, y amablemente (después de pagar otro maldito dracma) les indico la dirección en de la que venía todo.

[ . . . ]

  — Deberíamos volver y prepararnos para mañana —dijo Nico suspirando. Y Gabriel coincidió.

Ambos se subieron de nuevo la bicicleta, y en lo que la tarde caía, volvieron al hotel para poder comer y descansar un poco mientras se preparaban; el único problema fue que la calle por la que debían pasar estaba cortada por un pequeño accidente automovilístico, y como el mayor estaba cansado de haberse pasado el día pedaleando decidieron que sería mejor caminar con la bici de tiro hasta el hotel.

Pero claro, lo que parece mejor para un semidiós, acaban por ser problemas escondidos de alguna u otra manera. Y mientras intentaban cortar camino por un callejón no muy estrecho, ya con el ocaso casi desaparecido, tres problemas idiotas de metro ochenta y algo más o menos les cortaron el paso con mala cara.

  — Pero miren esto... ¿Qué hacen estos mocosos aquí? —dijo uno de los dos riéndose y cercando el paso del frente.

Nico hizo una mueca al ver que un idiota no los dejaba seguir, y luego miro a su compañero.

  — El tarado de ahí acaba de decir "¿Qué hacen estos mocosos aquí?" —tradujo Gabriel bufando.

  — Extranjeros ¿Eh? —dijo uno de los chicos a su espalda sosteniendo la bicicleta y jalándola un poco hacía atrás.

  — Sera mejor que suelten la pasta si no quieren problemas —dijo su amigo burlonamente.

  — ¿Pasta? —dijo el moreno extrañado girandose al italiano— dijo "suelten la pasta".  

Pero la cara de Nico no era más que extrañeza.

  — ¡El dinero! ¡Y dense prisa! —apuro uno de los tres idiotas mostrando una navaja.

El italiano estaba por invocar esqueletos o algo para emprender una heroica huida cuando Gabriel avanzó un paso hacía el frente; y supuso que eso sería una pelea, pero por el contrario, se sorprendió un poco de ver la reacción del jefe de la cabaña 21.

  — ¡Ustedes montón de imbéciles cara de mierda! ¿¡Con quién putas creen que hablan EH!?  —gritó el latino de golpe, plantandole cara al jefe— ¿¡Tienes una puta idea de con quien carajos estas hablando tarado!? ¿¡QUIÉN TE CREES EH!?

El tipo pareció confundido, pero antes de que pudiera decir algo Gabriel volvió a gritar cosas incomprensibles.

  — ¡NO SOMOS SOLO TURISTAS PENDEJO MAL NACIDO! ¿¡CREES QUE CUALQUIERA SE ALOJA EN UN CUARTO MILLONARIO EN EL CATEDRAL HOTEL!? ¡Si no quieres problemas tú y esos tarados van a mover su culo o te juro que mi padre va a enterarse y los hará pagar! —comenzó a gritar con muy notable enojo, dándole cada tanto empujones al chico frente a él— ¡Y ni si quiera intentas tocarnos un puto pelo a mi o mi novio o estarás en problemas! ¿¡Sabes quien mierda es mi padre!? ¡Es EROS! ¡E-R-O-S! ¡No es un  cualquiera como tú o tu estúpida familia! Pero apuesto a que un tonto como tú no tiene idea del dinero que significa ese nombre.

Por un rato estuvo escuchando los gritos y chillidos que estaba dando su compañero al matoncito frente a él, y como el otro asentía varias veces; incluso sintió como detrás de ellos soltaban la bicicleta que ahora él debía sostener.
De un momento a otro Gabriel se acercaba entre maldiciones en ingles hacía él mostrándose totalmente exasperado y siguiendo las disimuladas ordenes de "habla en italiano como si te estuvieras enojado" comenzó a parlotear también en italiano sobre lo que fuera fingiendo enojo (cosa extremadamente fácil) hasta que los tres les volvieron a ceder paso.

Y mientras caminaban de vuelta, aún entre más y más actuación, Nico se sentí absolutamente desconcertado.

El hijo de mi peor Pesadilla (Nico di Angelo X male reader) [TERMINADO]Onde histórias criam vida. Descubra agora