Sad Girl || Jack Grazer || ¡NOVELA GANADORA EN LOS LOS(V)ERS AWARDS!

19.1: See you soon, love

Mi último día de clases con ella se había adelantado, resulta que su mamá le habló diciéndole que había conseguido boletos de avión para hoy, se van en la tarde después de la escuela.

La miro y sé en lo que está pensando.

  –Sé lo que piensas y no, no me volvería a equivocar en dejarte ir, ¿sí?–aclaré antes de que terminara conmigo.

  – Es solo el miedo ¿sabes?, estoy acostumbrada a que algo pase con mis seres queridos y bueno, creo que si te quiero lo suficiente como digo hacerlo y cabe recalcar que tú también lo piensas ante todo, es que debo luchar junto a ti para un nosotros, haré lo posible para visitarte– murmuró.

Sentí un alivio.

– Y yo haré lo posible para que no cambies de opinión, confía en mí, ¿sí?– hizo una pequeña sonrisa.

– Confío en ti– susurró más para sí misma.

– Señorita Ballato, joven Grazer, ¿hay algo que quieran comentarle a la clase? – preguntó la profesora de química.

– No, lo sentimos– contestó por ambos. 

Comencé a escribir los problemas en mi libreta, tratando de ignorar el mal presentimiento instalado en mi pecho.

Gris, triste.

Jadeante, tratando de no gritar para no asustar a mi madre, maldiciendo cada momento en el que pasé con ella, llorando perdido en mi mar de sollozos silenciosos. 

Maldita sea, por más daño que me hiciste, por más basura que me hiciste sentir, aún te quiero.

Pero soy demasiado para ti, ¿no es así?

  – ¿Puedes mirarme a la cara cuando te hablo? – chilló exasperada.

  – ¿Qué quieres que haga?, ¡no regresaré contigo, deja de buscarme!– grité sin poder contenerlo, dio un salto de susto.

– ¿Eso quieres? Eso haré, solo no me pidas perdón cuando te des cuenta de toda la verdad Dylan, estoy cansada de esto– solté una risa amarga.

– Y ¿porqué te pediría perdón?, te estoy tratando justo como lo mereces y por favor, hazme el favor de largarte de una vez de aquí, no te quiero ni ver a la cara– di un golpe a la pared.

Mordió su labio, temblando.

– Estúpido– escupió antes de salir por la puerta.  

Sollocé, Dios mío, solo quiero volver a esos días en los que _____ y yo  éramos amigos, cuando apenas nos comenzábamos a conocer, cuando éramos sinceros.

Limpié mis mejillas, recordando.

–¿Estás bien?– preguntó mi bella chica con el ceño fruncido. 

– Pues resulta que hoy te vas, solo estoy afligido– relamió sus labios.

– Sí... yo también lo estoy– tomé su mano, entrelazamos nuestros dedos.

– Estaremos bien ¿sí?, te llamaré a diario y tendremos videollamadas – sonrió.

– Eres demasiado para mí– negué.

– Tú lo eres– besé su frente.

  – ¿Sabes? Te extrañaré demasiado– dijo con una pequeña sonrisa.

– Oh vamos, no me pongas más triste– susurré.

– Te amo– tomé su mano.

Creo que te amo.