Trece

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No me odien:( por fin traigo cap.<3

En verdad lo siento, se me hizo muy difícil escribirlo, es la primera vez que escribo este ámbito... no más spoilers...

Con toda la flojera del mundo; eren levantaba los juguetes regados por todo el piso de su alfombra pertenecientes a su pequeño hijo. Esa tarde habían ido de nuevo sus amigos.

Había veces que solo iban para jugar con Dani y que armin pagara la pizza, mientras que el quedaba totalmente olvidado con una taza de té en una esquina del sillón observando como armin le leía libros infantiles educativos, a jean pelando con el y reconciliándose a los cinco segundos y a su hermana... siendo su hermana, ella le dejaba hacer cualquier cosa y lo amenazaba con una cara bastante terrorífica que si algún día llegara a tener novia ya no lo amaría más. Por supuesto que eso si asustaba a su pequeño.

Después de eso, como costumbre de cada mes, daniel subió corriendo metiendo algún par de prendas a su mochilita de dibujos para poder ir a dormir a casa de Jean y Mikasa. No era un niño tonto, sabía que si pedía algo, la pelinegra se lo daría.

Se acostó en su sofá un poco más relajado, esa mañana había recibido un mensaje de hanji donde solo le decía "Levi está bien". Algo corto, pero lo tranquilizaba.

Mientras enviaba algunos mensajes, escucho el timbre sonar. Tal vez era farlan, pero lo dudaba por qué el iría hasta el día siguiente.

Abrió la puerta y por supuesto que no se esperaba lo que frente a él estaba; el dueño de sus pensamientos. Levi. Llevaba su clásica camisa blanca muy pulcra de botones y sus pantalones de vestir negros a juego con sus zapatos.

–Le-levi... ¿Que haces aquí?

–Eren–lo nombró con voz aterciopelada–no aguantó más

No le dio tiempo de pensar, cuando menos se dio cuenta tenía los labios de levi sobre los suyos moviéndose con insistencia. Reaccionó tratando de alejarlo.

–¡Detente!–con sus brazos empujándolo. Fallando.

–No puedo hacerlo, en verdad no puedo hacerlo.

Sus manos agarraban fuertemente de la cintura al castaño para no dejarlo ir, mientras que sus labios daban leves mordidas en su cuello.

–L-levi, para, esta dani aquí–dijo, tal vez eso lo haría reaccionar.

–Se que Dani se fue con tu hermana, era nuestra tradición mensual ¿recuerdas?–susurro contra su cuello.

–P-por f-favor para... ¿por qué estás haciendo esto?–seguía tratando de alejarlo.

–¿Recuerdas esto cada mes, eren? Daniel se iba con tu hermana y tú corrías a ponerte algo sexy–ignoro la pregunta haciendo al castaño recordar– Había veces que te ponías trajes, ¿recuerdas el de enfermera, el de sirvienta ?

El negaba, no en señal de que no recordará, si no en señal de que parara. Los besos en su clavícula no se detenían.

–¿Recuerdas cuando te pusiste unas lindas orejitas de gatito, cuando te pusiste esas exquisitas bragas verdes? Joder, esas eran mis favoritas–dijo tan cerca de su oído que el caliente aliento lo hizo estremecerse–Y después de eso, finalmente te follaba duro, tan duro contra la barra de la cocina, en el sofá y finalmente en la habitación.

No pudo evitar soltar un gemido ante las lascivas palabras del mayor.

–No me hagas esto, por favor–suplicaba.

Levi apretaba su trasero fuertemente, demostrándole que disfrutaba mucho hacer eso.

–No quiero parar, no puedo parar. Te amo tanto. Se que tú también quieres esto.

¡Vuelve a Mi!Where stories live. Discover now