Catorce: Especial

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El ambiente de ese día se sentía relajado, justo como cuando era un día festivo. Los niños no iban a la escuela, la mayoría de los adultos no trabajaba y las calles parecían desiertas, exceptuando los supermercados, esos sí que estaban a reventar. Y eso lo podía comprobar levi perfectamente que fue por algunas cosas de último momento para la cena de esa noche.

Había salido hace una hora y media solo a comprar unas jodidas almendras y unos arándanos que faltaban para el relleno del pavo, tomando de pasó un paquete de los chocolates preferidos de eren para llevárselos y apenas iba llegando a la casa irritado por todo el rato que espero. Le tomo solo diez minutos tomar todo lo que necesitaba y el resto fue el tiempo que hizo cola en la fila para pagar.

–Eren, amor, ya llegue–anunció cansado–el súper mercado estuvo como la mierda, como siempre los trabajadores siendo unos completos inuti... ¿Eren?

El castaño tenía la mirada perdida, movía desinteresadamente el contenido de una olla sin prestarle real atención. Parecía que algo le atormentaba.

–¡Eren!–habló más fuerte.

El menor solo sacudió la cabeza y volteo hacia el.

–Oh, amor, llegaste. Lo siento, no te escuche–Sonrió.

–¿Estás bien? Parecías algo perdido–dijo preocupado.

–Si, si, estoy bien, solo me distraje un momento–Asintió no muy convencido por las palabras de su prometido–Mira, ya casi está listo el cossoulet, lo único que falta es el relleno para el pavo y todo estará listo para la cena– añadió alegre.

Olía delicioso, como todo lo que el castaño hacia. Y era por eso mismo que el cocinaba siempre los platos fuertes, en este caso; el pavo y el cassoulet (a petición, claro de levi) mientras que los demás llevaban las bebidas, algún postre o  lo que quisieran aportar.

Los padres de eren siempre llevaban tres botellas de vino de la mejor selección, uno para la cena, uno para dejárselo a levi que era amante del vino y otro para dejárselo a mikasa. Pero este año no asistirían por qué querían "pasar tiempo en pareja sin nuestros hijos"  palabras de ellos.

–Te traje algo–con esas palabras del mayor, se le iluminaron los ojitos dorados al menor.

–¿Que me trajiste?

–Cierra los ojos.

–Levi...

–Solo ciérralos.

–De acuerdo–reía mientras acataba lo que le pidieron.

Levi saco del empaque un chocolate y se lo llevó a la boca, acercándose a eren; juntando sus labios comenzando así un dulce beso. Eren reconoció el sabor enseguida, intensificando el acto usando más su lengua y rodeando con sus manos el cuello contrario para atraerlo más a el. Cuando finalmente el chocolate se derritió en sus bocas y ya era prácticamente inexistente, por fin se separaron.

–Mis favoritos...–susurro

–Si, que te parece si los comemos juntos igual que ahora–sugirió coqueto, deslizando sus manos hacia el buen trasero apretándolo solo un poco.

–Hmm, eso sin duda me encantaría–respondió acercándose a su cuello, besándolo haciendo que el pelinegro soltara gruñidos bajos–Pero tendrá que esperar, estoy haciendo la cena.

Dio un último beso rápido en los labios y se separó inmediatamente dándole la espalda a rivaille dejándolo aturdido por un momento.

Odiaba que lo dejara así, pero también le encantaba que Eren fuera atrevido, coqueto y que siempre te dejara deseando más. Resignándose a no obtener más de Eren por ahora, se acercó a la barra sentándose en un banco y observando embelesado hacer la cena a la belleza que tenía por prometido.

¡Vuelve a Mi!Where stories live. Discover now