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Una semana después.

Sentí como los cauchos del avión impactaron contra el concreto de la pista de aterrizaje. Se podría decir que volví a mi... ¿Dulce hogar?

Mis estudios, bueno, decidí retomar el último año que me quedaba allí en la Universidad de Médicos de Seúl. Bajé mi equipaje de mano y empecé a caminar a la salida del avión, en donde esperaban todas las aereomosas, piloto y co-piloto, haciendo reverencia a los pasajeros. Cuando llegó mi turno hice mi reverencia, cuando mi cabeza chocó contra una de las paredes del avión.

-Ayayay.- las aereomosas me tomaron por la columna y me ayudaron a enderezarme, mientras que yo salí corriendo de aquella escena vergonzosa.

A esto se le llama pasar pena.

Aún acariciando mi cabeza fui a mi carril para buscar mi equipaje. No le había dicho a nadie sobre mi regreso a Corea, ni siquiera a Yoongi o a mi madre. Tomé mi equipaje y pasé por entre toda la gente que saludaba a sus familiares a lo largo de la salida de la terminal. Miré a los lados y alcé mi mano, pidiendo un taxi hasta que llegó uno. Me monté y le di la dirección al taxista del apartamento de mi mamá.

Saqué mis audifonos, los conecté a mi teléfono y lo puse en reproducción aleatoria. 'Eyes, Nose and Lips' de Taeyang empezó a sonar, y en silencio empecé a cantarla, aunque dentro de mi, tenía un concierto.

Estoy bien

Mírame por última vez

Sonríe como si nada fuese malo

Así cuando te extrañe pueda recordarte

Así puedo dibujar tu rostro en mi mente

¿Acaso hay una canción más despechada que esta?

Al llegar, le pagué al taxista y me bajé del carro mientras me quitaba los audífonos y los guardaba en bolso.

Si, ahora si es hogar, dulce hogar.

Entré al edificio y me subí al ascensor con la maleta al frente mío. Tenía miedo, de como podía reaccionar mi mamá. Sé que ella no va a reaccionar mal, pero se puede poner a llorar o algo por el estilo.

Me bajé en el piso 6 y saqué las llaves de mi bolso, para luego lentamente meter la llave en la cerradura y empezar a abrir con mucha cautela. Terminé de abrir la puerta despacio, dejé mis zapatos y mi maleta en la entrada y pasé.

-¡Ya lle-...- Una silueta más que reconocible estaba sentando en una silla giratoria, y mi mamá estaba saliendo de la cocina con un plato de brochetas.

-Jinnie...- Jungkook se volteó y me vio con la boca abierta. En el tiempo que estuve en Japón agregué uno que otro piercing y había cortado mi pelo... A la altura de los hombros, pero mada del otro mundo.

-Hola mamá. ¿Qué haces tú aquí?- dije viendo a Jungkook. Quería correr, abrazarlo y besarlo.

-Tu madre quería que viniera a comer brochetas con ella, como sabe que me gustan mucho.

-Ah.- asentí levemente con una sonrisa falsa.- ¿Así como el vestido que también le mandaste a comprar por qué eres un maldito cobarde y poco hombre?

Thantophobia ; jjk {Book #2} » BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora