t r e s

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-Hola, cariño.- con una mano sostenía el teléfono de la empresa y con otra mano dibujaba un ojo en un post-it.-¿Ya estás? ¿Tan rápido? Wow, eso me prende.- puse los ojos en blanco.

Bueno, les explicaré como terminé en una empresa de... Sex-calling.

Hace unos días una yo, curiosa de como servían las páginas que te ayudaban a buscar trabajo abrió su navegador. Vi un trabajo que consistía en "darle servicios a los clientes a través de llamadas, satisfaciendo sus necesidades."

Yo, pensando que podría ser un simple trabajo vendiendo seguros a través de llamadas telefónicas metí mi currículum y ahora heme aquí. Cuando llegué a las oficinas y vi a hombres, mujeres y algo más no pensé que fuera porque es una "línea caliente", si no porque no permitían la discriminación de género o yo que sé. Luego, cuando me explicaron de que se trataba pensé en renunciar, pero necesito el dinero para ayudar a mi madre con los gastos de la casa y los gastos de mi universidad.

¿Es incómodo? Si, y bastante.

¿Me excita? No, ni siquiera me he atrevido a tocarme en mi vida, así que no sé que son esas cosas... Aún.

En fin, el punto es que estoy aquí y me pagan un millón de won, así que estoy bastante conforme con eso. Al terminar mi turno tomé mis cosas y Da Hee me tomó del hombro.

-¿Cómo te fue en esta jornada?- dijo ella, acomodandose su corto pelo. Se parecía a Amber de f (x), aunque en este caso Da Hee es lesbiana.

-Ñee, no me quejo. Tuve como... ¿10 llamadas?- dije mirando al techo, tratando de recordarme de cuantas fueron.

-Ah, a SunHee le hubiese encantado tener tantas llamadas en un principio, pero ahora mirala.- se volteó y yo fijé mi mirada en la rubia oxigenada.- Es una puta hasta con los gays.

Solté una risita.- Quizás solo es que es popular aquí por su clientela.

-Exacto, es eso.- Da Hee asintió.- atrae a los millonarios, e incluso idols, es la que más cobra aquí.

Me volteé a verla, estaba rodeada por la gran mayoría del resto de empleados del lugar.

-Bueno, que suerte tiene, creo.- acomodé mi cartera en mi hombro y empecé a caminar a la salida.-¿Vendrás?

DaHee corrió a mi lado y salimos juntas de aquél lugar. Caminamos hasta mi auto y entramos en él. Decidimos ir a tomar un café.

-Un café americano, por favor.- dije mientras sacaba mi cartera.

-Y para mi un matcha.- me volteé a verla con el ceño fruncido.-¿Qué?

-¿Te gusta el té matcha?- ella asintió.- El té matcha es como si hicieras té de algas, iuk.

-A mi me gusta. Me encantan todos los dulces que tengan que ver con el té matcha.

-Deberías ir a Japón, entonces.- saqué mi tarjeta y se la di a la chica detrás del mostrador.

Pasaron mínimo dos horas en las que DaHee y yo hablamos de diferentes cosas, y como ella, el resto de Corea y el mundo sabía de lo que había pasado con Jungkook. Él me atormenta, me persigue a todas partes y no me deja vivir una vida en paz y conocer a gente nueva sin que me pregunten sobre él.

Al llegar a casa dejé mi cartera en el perchero y las llaves en la mesa, me saqué los zapatos y terminé de entrar a la casa, la única luz tenue que había era la de la terraza. ¿Acaso era tan tarde?

Caminé y salí a la terraza, encontradome con Yoongi, haciendo una fogata.

-¿Nada mejor como una fogata en el medio de la ciudad y en un edificio, cierto?- me senté junto a él.

Thantophobia ; jjk {Book #2} » BTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora