EL NIÑO DEL ORFANATO FEMENINO [NEWTMAS] [EN EDICIÓN]

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Se alerta a los lectores y a las lectoras de esta novela que este capítulo contiene alto contenido sexual, diversas palabras obscenas y explícitas.

Leer bajo responsabilidad propia.

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Junio de 1919

-Shhh, Newtie. No hagas ruido- lo amonesta Thomas sonriendo en bajo y cogiéndolo de la cintura- es muy tarde.

-Lo sé- señala el reloj que marca la una de la madrugada- ¿cómo es que el señor Vernon te ha dejado que volviésemos tan tarde?

-Porque tú tienes 19 y yo voy a cumplirlos en unos meses- Thomas besa sus labios repetidas veces cogiendo a Newt en brazos que se ríe como un tonto- y porque llevamos enamorados desde que nos conocimos. Yo creo que ya son bastantes años para tener un momento a solas. Sabemos tener cuidado en público.

-¿Y por qué me ahorras el ahorrar caminar hasta mi cuarto?- pregunta Newt sujetándose bien al cuello de Thomas- además, Tommy. Esto lo hacen los maridos con sus esposas en la noche de bodas.

-Mmm... hagamos como que es la nuestra- sonríe murmurando Thomas besando el cuello de Newt que suelta un gemido suave- no hagas mucho ruido, Newtie. Podríamos despertar a alguien.

-Te amo- Newt lo mira directamente a los ojos y Thomas tiembla notando el brillo de los ojos de Newt y la determinación de su voz.

-Yo también te amo, Newt. Con mi alma- confiesa Thomas antes de besarlo.

Ambos suben entre besos y risas al cuarto vacío de Newt y Thomas lo baja a los pies de la cama dándose la vuelta para cerrar la puerta con pestillo.

-Ven aquí- pide Newt cuando ve a Thomas corriendo las cortinas.

-Es nuestra noche, Newt. Nuestra noche mágica, ya que no podemos casarnos... por lo menos tengamos nuestra noche- sonríe Thomas- todo tiene que ser íntimo y nuestro.

-Eres terriblemente adorable- Newt le acaricia la mejilla y Thomas se separa sonriendo. Abre la cama dejando ver una gran cantidad de pétalos encima de las blancas y lisas sábanas.

Thomas le pidió a la señorita Daisy que ella misma se encargase de dejar la habitación perfecta para su noche.

-Dios... Tommy- susurra emocionado Newt.

Thomas vuelve a cogerlo en brazos y hace reír al rubio.

-Te dije que haríamos el amor. Y quiero hacerte el amor como nunca antes- dice Thomas en bajo por la vergüenza de decirlo así a pesar de ser Newt con quien habla que lo conoce mejor que nadie.

-Y yo estoy deseándolo- susurra Newt para besarlo lentamente.

Thomas deja caer a Newt muy lentamente encima de la cama para ponerse después él encima. Las manos de Thomas viajan por el cuerpo de Newt acariciándolo por encima de la ropa.

Newt suspira mientras que sus manos recorren el torso de Thomas pasando a la espalda y vuelta al mismo recorrido. Newt atrapa los labios del castaño con los suyos y mete su lengua tratando de que Thomas le da paso, este obedece mientras le quita la camiseta.

Sus lenguas se enredan después de quitar la camisa de Newt por los brazos. Thomas baja sus labios por su cuello haciendo que los músculos de Newt se tensen y que se retuerza bajo su tacto. Los labios del castaño bajan por todo el pecho de Newt hasta sus pezones, en los que se para a morder suavemente dejando a Newt gimiendo.