30. Una charla de hombre a hombre

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¡Aquí llego con una nueva entrega, calentita calentita! Creo que en este capítulo muchas os volveréis #TeamPapáCollingwood (es que es adorable)

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¡Aquí llego con una nueva entrega, calentita calentita! Creo que en este capítulo muchas os volveréis #TeamPapáCollingwood (es que es adorable)...

Y por lo que veo, va ganando Graham frente a Cassidy. Como adelanto, os digo que tendréis que tener mucha paciencia y "amor incondicional" jajajajaaj xD

Gracias por vuestro apoyo a todos/as :) A lo tonto, ya lleváis 6 meses conmigo jajajaja ¡Hacéis que esto sea grande!

¿Por qué sus padres eran tan serviles, tan amables con semejante desgraciado? Oh, claro, ellos no habían escuchado las palabras de lord Cassidy. Verlo dentro de su hogar, atendido con amor por el servicio, que le ofrecía toallas, la ropa de su padre, o cualquier cosa que se le pudiese antojar, le daba náuseas. Las doncellas cuchicheaban encantadas con su aspecto, y Doris parecía orgullosa de que un duque honrase la casa de los Collingwood. Hasta su padre le traía un vaso de su mejor coñac.

Ella lo interceptó a la salida de su estudio, antes de que se lo entregase.

–Padre, déjame echarle veneno a su vaso. O al menos, échalo de casa. No quiero que os molestéis tanto por él.–rogó presa de un gran pánico, deteniendo a su padre por el brazo. Él sólo rió.

–Sophie, hija, ¿qué te pasa? ¿Acaso no llevas esperándolo tres días? No hace falta que te hagas la orgullosa frente a mí, te he visto...

–¡No, no lo entendéis!–la joven se llevó las manos a la cabeza, esta vez sí a punto de llorar–No escuchasteis lo que dijo lord Cassidy, el duque sólo quiere...

–No me interesa escuchar lo que dijo lord Cassidy, hija.–la silenció, levantando una mano–. Es un hombre despechado, recuerda que lo acabas de rechazar. Y te puedo asegurar que pocos hombres vienen a caballo bajo la lluvia a ver a una mujer a la que detestan. Así que olvida toda palabra envenenada, y usa tu juicio mejor.

–Padre, insisto en que no os dejéis engatusar por lo que ese hombre os diga.–susurró la muchacha, agarrando el brazo de su padre antes de que fuera al encuentro de lord Graham–. Puede que os distraiga con sus maneras nobles y su título, pero yo he visto cómo interactúa con la gente y, en especial, conmigo. No ha habido encuentro en el que no acabásemos mal. Está claro que su presencia aquí es para perturbarme, o para cumplir algún propósito, del cual ya me ha hablado su amigo.

–Querida hija, sé que debes estar muy turbada ahora mismo.–le dijo comprensivamente el barón Collingwood, refugiando a ambos en la intimidad de una habitación vacía–. Es normal, después de lo que te ha pasado, los nervios que has tenido; y para colmo, la visita de Alexander Cassidy no ha hecho más que confundirte. Pero necesito que uses todo tu raciocinio.

>>¿De veras crees que es de nobles, venir aquí a contarte una patraña justo antes de que su amigo venga a pedirme tu mano? ¿No piensas que ese acto pone en juego la honradez de lord Cassidy? Ya sin contar con que él no sea parte implicada de lo que quiera que se traiga entre manos...son amigos, ¿lo recuerdas? Lo que deberíamos hacer, es conservar la calma y dar una oportunidad de explicarse a la gente. No podemos hablar sin saber; eso siempre nos llevará a error.

Un engaño para el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora