Sol en un día de lluvia.

Capítulo 24.

Jared condujo la camioneta en silencio; estaba casi en piloto automático mientras pensamientos y sentimientos se agitaban en su cabeza; la única cerveza que había tenido se revolvió en su estómago haciéndolo sentir mareado y extraño. Sabía que conducía demasiado rápido, pero quería llegar a casa ahora, ponen tantas millas como fuera posible entre ellos y el bar.

Jensen se sentó lánguidamente a su lado, con la cabeza apoyada en el reposa cabezas y los ojos cerrados, pero Jared sabía que no estaba realmente dormido.

Podía sentir la tarjeta de Tom haciendo un agujero en el bolsillo trasero de sus jeans; él no sabía por qué la había aceptado. Quería romperla y lanzarla por la ventana como si eso de alguna manera marcara la diferencia en la historia que el hombre compartió con Jensen.

El hombre mayor había sido tan guapo, su oscuro cabello caía en suaves ondas sobre ojos azules tan devastadoramente hermosos que no podía imaginar cómo alguien podría rechazarlo.

Jared tenía tanto miedo de que Jensen quisiera a Tom otra vez ahora que lo había visto.

Sabía que cuando llegaran a casa tendría que darle la tarjeta a Jensen, se preguntó si tendría que sentarse y escuchar mientras Jensen telefoneaba a Tom, planeando una cita para reunirse. Sabía que debería irse y dejar que Jensen tuviera su espacio, pero no sabía si sería capaz de separarse.

Jared parpadeó con fuerza y ​​se obligó a concentrarse en el camino, el nudo en su garganta lo ahogaba y sus párpados hormigueaban con lágrimas forzadas.

"Detén la camioneta", la voz de Jensen era tranquila pero insistente. "Por favor, Jay?" Con ternura él extendió la mano y puso su mano en la pierna de Jared, su toque cálido y seguro. "Vamos. Puedo escuchar tu cerebro trabajando desde aquí. ''

Jared asintió y movio la camioneta hacia un lado de la carretera. Giró la llave y luego dejó caer sus manos nuevamente en su regazo, mirando fijamente frente a él todavía, temeroso de mirar a Jensen a los ojos, temeroso de lo que Jensen fuera a decir.

"Jay, yo. . . ¿Te quiero a ti, esta bien? deja de preocuparte ahora, soy tuyo, en cuerpo y alma, así que, puedes dejar de angustiarte por Tom y alejar tu mente de planear mi boda con él o donde sea que esté en este momento!"

Sonrió y extendió la mano, tirando de la cara de Jared para mirarlo, inclinándose hacia adelante para que sus frentes se tocaran. "Cuando lo vi, todo en lo que podía pensar era en ti, que te necesitaba".

Jared dejó escapar un largo suspiro que ni siquiera se dio cuenta de que había estado sosteniendo, sus ojos todavía se alejaban rápidamente de la penetrante intensidad de la mirada fija de Jensen. "Lo siento, si yo. . . Debería haber confiado en ti. Lo siento. es solo . . Me temo que, si no es Tom, sea alguien más. . . sabes que lo entendería si sintieras que lo deseas. . . explorar un poco o algo. Te perdiste tanto, debe haber tanto que quieres hacer y ver." Su voz se apagó suavemente.

Jensen lo besó suavemente, un pequeño toque de mariposa en el borde de la boca de Jared y luego se retiró un poco, las manos enredadas en el cabello del más joven para que no pudiera evitar el contacto visual.

"Ahi esta. Quiero viajar, quiero ver las montañas, ir a la playa, subir al escenario y tocar la guitarra con los muchachos. Quiero conocer mucha gente nueva. Quiero ayudar a niños como yo... Y quiero hacerlo todo contigo a mi lado. Eres mi roca, mi otra mitad. ¡No vas a alejarte de mí tan fácil, pequeño! "

Jared se inclinó de nuevo con una risa temblorosa. "Eso . . . eso suena como un plan con el que puedo vivir ".

Jared descubrió que su aliento llegaba en pequeñas bocanadas de aire; el alivio que lo envolvió fue como un maremoto que lo hizo sentir mareado y aturdido. Se desplomó contra Jensen y luego maldijo cuando el palo de la palanca de cambio se clavó en su muslo.