Capítulo 2

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No podía poner solo una foto como inspiración y entrada del capi...espero que no os importe ;) Y seguimos, millones de gracias de nuevo a todos.


Amaia miraba las fotos de esa página pensando en la cara de boba que tenía en ellas, normal que la gente hubiera empezado desde el principio de la edición a hablar sobre ellos, tenía cara de adolescente enamorada en esas fotos, y eso era lo que era, acaba de salir de la adolescencia y estaba enamorada, aunque en ese momento no lo sabía. Se fijó por último en la que tocaba la guitarra, le había dicho a Alfred cien veces que no le gustaba esa foto, pero cuando la había visto en su Instagram, al salir de la academia, con la palabra "prima" escrita no había podido dejar de reírse durante bastante tiempo. Había escrito "prima" cuando no había parado de tirarle la caña esos días en la academia. Había intentado hacerle prometer que no la subiría, pero el como decían los profesores a veces, había hecho lo que le había salido de los huevos. Soltó una profunda carcajada.

Flashback...

Habían estado sentados en el salón improvisando y tocando la guitarra. Amaia no podía dejar de mirarlo, su forma de cantar, con ese no sé qué tan especial, que aún no había terminado de entender, al igual de lo compatibles que eran, y todas las cosas que tenían en común, pero no quería darle muchas vueltas, solo disfrutar de esos momentos. Le parecía tan increíble su forma de tocar la guitarra, podía pasarse segundos, minutos o incluso horas improvisando con él, escuchándolo o incluso cantando y tocando juntos y eso que llevaban apenas unos días encerrados, pero es que eran muchas horas al día, dedicándose 100% a la música.

Ahora ambos estaban en la terraza, el día había estado nublado y se habían escuchado truenos durante todo el día y esa tarde se desató la tormenta.

-Anda, Alfred ¡déjamela, por fa! Solo un rato.

- ¿Y la tuya?

-Está dentro, aunque ahora que lo pienso no sé si se la deje a alguien. Anda déjame la tuya un rato.

Alfred iba a seguir tocando cuando Amia de repente se levantó de un salto de su silla y puso su mano encima de la de Alfred impidiendo que pudiera volver tocar la guitarra. Sintió una descarga cuando juntó su mano con la de él, al igual que notó cómo él se tensó. Pero, intentó ignóralo para conseguir su propósito.

-Alfred...

Solo necesitó decir su nombre en un susurro para que el nombrado relajara su agarre y ella poder arrebatarle la guitarra.

-Buah gracias.

Rio mientras se alejaba y lo vio parpadear un par de veces sin comprender que había pasado.

-Está bien siéntate aquí. Estarás más cómoda para tocar.

Intercambiaron los asientos y ella se sentó en el sofá de dos plazas mientras el cogía la silla y se sentaba enfrente de ella con el móvil.

Cuando terminó la canción, miró a Alfred, este estaba embobado mirando el móvil.

- ¿Hiciste el video?

-Y fotos.

- ¿Enserio? Déjame ver.

Ambos se pusieron de pie y Alfred le mostró el video.

-¡Jo, que guay!

Fue algo tan esporádico, tan bonito, le había encantado como le había salido y abrazó a Alfred satisfecha y agradecida. Y volvió a sentir esa descarga.

- ¿Me enseñas las fotos?

Alfred juntó su cabeza a la de Amaia y le enseñó un par de fotos.

-No me terminan de convencer, estoy horrible.

- ¡Qué va! ¡Creo que la voy a subir a Instagram!

Dijo riendo, alejándose de ella.

- ¡Qué dices! ¡Ni se te ocurra!

-Lo comprobaras cuando te metas en tu Instagram.

- ¡Alfred! No sé ni donde tengo en mi móvil.

- ¿Ya lo has perdido?

Mientras esta conversación sucedía Amaia se había ido a cercando a él.

-Puede. ¿Me prometes que no la subirás?

-No, no me pongas esa cara y te muerdas el labio que...

Alfred se quedó callado cuando Ana salió a la terraza y se alejó de Amaia sentándose de nuevo en el sillón con la guitarra.

-Hola chicos ¿Qué hacían? Amaia, había pensado que podíamos practicar un poco nuestra canción ahora cuando me fume el cigarro.

Después de ese cigarro, los tres fueron a la sala de tonos a practicar la canción de esa semana de Amaia y Ana, mientras Alfred las acompañaba al piano. 

...Fin del flashback. 

Amaia también recordaba los momentos previos a esa gala, cuando buscaba los pendientes y Alfred estaba arreglándose las uñas, esa noche le dijo cosas como "mola cuando te muerdes el labio". Y sin darse cuenta se lo estaba mordiendo ahora, mientras pasaba la página.

Momentos contigoWhere stories live. Discover now