Esta obra es especialmente para los fans del film "mi nombre es khan" y obviamente para los fans de la pareja SRKajol ... una secuela emotiva y sentimental ... Disfrutenla ☺
Luego de un par de meses, los abuelos vuelven a casa. Sameera al cumplir sus 14 años, sus problemas en la escuela retornan. Sus padres se encuentran en la oficina del director luego de recibir su convocatoria.
─Me imagino que ya saben porqué están aquí ─comentó el director sarcásticamente.
─¡Si!... otra vez puso explosivos en el baño ─comentó Mandira.
─Pues, en este caso fue en el laboratorio de química. Por suerte nadie salió herido... la razón por la que no la expulsamos son sus excelentes notas, pero por desgracia, si sigue así, lo tendremos que hacer.
─No se preocupe director Rodríguez, no volverá a pasar ¿Verdad Sameera? ─la miró con furia.
─¡Si, mamá! ─le respondió en regañadientes.
Después del acuerdo que hubo en la oficina del director, Sameera recibe un gran castigo por su conducta al llegar a casa.
─No lo puedo creer Sameera ¿Otra vez? estás teniendo muchas recaídas, que decepción... no puedo creer que diga esto, pero... ve a tu cuarto, tienes prohibido jugar deportes y tocar música ─dijo metiendo sus utensilios deportivos, su guitarra y sus partituras en una caja, para luego sellarla.
Sameera miró a su madre fijamente. La joven no aguantó más y soltó un par de lágrimas─ Perdóname mamá ─le dijo. Inhaló fuertemente por el ahogamiento que embargaba su dolor─ ¡Perdón por ser como soy! ─dijo ella mientras corría a su habitación. Mandira se asombró al escuchar esas palabras. Se entristeció al haber castigado a su hija, pero lamentablemente no tenía otra opción.
Sameera se acostó en su cama, a pensar en frió. Confundida se pregunta una y otra vez: "¿Por qué no puedo ser como los demás?, ¿Por qué soy así?, ¿Por qué nadie me entiende?, ¿No sirvo para este mundo?...
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Luego de unos minutos, Rizvan toca la puerta para platicar con su hija sobre lo ocurrido. Ella se encuentra encerrada y sin responder, lo cual genera preocupación en su padre, pero se calma al lograr entrar y escuchar su voz quebrantada.
─¡Quien sea, déjenme sola!
─Sameera... ¡Soy yo!
─¡¡Fuera!! ─gritó, escondiéndose entre las sábanas. Sospechosamente trata de ocultarle algo a su padre.
─Hija ¡¿Dime que te ocurre?!
─¡No me pasa nada papá, ya vete!
─¡Claro! Recuerdo que Sameer me decía lo mismo: "No pasa nada". Hija, yo no puedo detectar los problemas que tienes, si no me los dices no sabré actuar. Dime por favor que pasa, por esa causa perdí a Sameer, no quiero perderte a ti.
Sameera no tuvo más opción que ceder─ ¡Está bien, te diré!... sabes que me hacen bullying, pero ya no puedo evitar entrar en los conflictos, si los evado siento que soy una cobarde que no puede resolver sus problemas... ¿Me entiendes?
