Desde la ya lejana época de la colonia y hasta el día de hoy, en el centro de la ciudad de Xalapa se encuentra un angosto y largo callejón, el cual es conocido con el nombre de callejón del diamante.
Según relatan los hechos que dieron vida a esta conocida leyenda, una de las grandes casonas del callejón era habitada por un próspero matrimonio formado por una joven mujer criolla que sobresalía por su gran belleza y virtud, y que estaba muy enamorada de su esposo, un caballero español galante, el cual correspondía con todo su corazón a ese gran amor que le profesaba su virtuosa mujer.
El día en que se comprometieron en matrimonio, el caballero obsequió a su hermosa prometida un extraño y bello anillo con un diamante negro, que según supersticiones tenía el poder de fortalecer el amor de la pareja, y que también era capaz de delatar alguna infidelidad de la esposa; este anillo, al ponerselo en el dedo reflejaba un extraño contraste con lo blanco de la piel de la joven, dando el aspecto de un ojo diabólico, la joven lo recibió llena de alegría y le hizo la promesa a su novio que nunca se iría de su lado.
Pero a pesar de tal promesa, un día que su esposo estaba de viaje, la joven visitó a uno de los mejores amigos de él, con lo cual en esa ocasión llegó a cometer una infidelidad al entregarsele al amigo de su marido. Durante el tiempo que pasó al lado del desleal amigo, la mujer se quitó el anillo y lo depositó en un buró que estaba a un lado de la cama, siendo el caso que por distracción, al terminar de engañar a su esposo, se fué a su casa olvidando llevarse el anillo.
Era tal la amistad que sentía el esposo de la joven por su amigo, que al regresar de su viaje no se fué a su casa, antes pasó a saludar a su buen amigo, al que encontró durmiendo la siesta en su recamara, llevandose la desagradable sorpresa de ver que en una mesita junto a la cama se encontraba el anillo de su mujer, sin hacer el menor ruido lo tomó, y salió con rumbo a su casa.
Cuando llegó al domicilio fué inmediatamente a donde estaba su esposa, y besandole la mano confirmó que no tenía puesta la joya, sacó una daga de empuñadura de oro de su cintura clavandosela en el pecho a la mujer, la cual murió instantaneamente, depositó el anillo de diamante negro encima del cadaver, y acto seguido desapareció de la casa para siempre, ya que nadie volvió a saber jamás de él.
De Xalapa, Estado de Veracruz.

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Leyendas Urbanas De México
ParanormalTodas las historias, leyendas y mitos de Ámerica que a cada uno le da miedo en estar solo despues de escucharla. Si no has escuchado todas las leyendas y mitos de Ámerica en este libro escuchara varias de ellas. La pregunta es ¿Tu crees que sucedio...