Capítulo Cinco

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Estaba dentro de un carro que tenía los vidrios polarizados, me encontraba sentada al lado del hombre extraño que al parecer me había canjeado con mi padre por algo de dinero

- Porque rayos hiciste eso - le dije con rabia - No puedes separarme así de mi familia, dejame ir te daré lo que quieras - el me miró alzando una ceja.

- Si que puedo - se acercó a mi quedando a centímetros de mi rostro - y por si no lo notaste, ya lo hice - y tenía razón, pero no podía dejar que me llevarán, al menos no sin dar pelea y eso era lo que iba a hacer mientras pueda

- Como sea - dije girando mi cara hacia el lado contrario donde el se encontraba - ¿Dónde esta mi bebé?

- Tu bebé? ¿Qué bebé? - dijo este hombre poniendo cara de confundido - ¿A qué te refieres?

- Me refiero a mi perro, mi Claw - digo girando los ojos - ¿Dónde está?

- Ese perro se encuentra en la parte de atrás - en el momento en el que dijo eso me alarmé porque no puede estar ahí solo debe de encontrarse aterrado

- No puede estar ahí - le digo rápidamente - al menos no solo

- Si puede, y ya deja de molestar niña - me dijo, y noté en su voz que estaba perdiendo la paciencia - Aparte tiene mucho aire el cual respirar -

- Lose, solo que lo decía porque se marea mucho cuando viaja en auto - le dije y el se encogió de hombros mostrando su desinterés - Y tiende a vomitar - el me miró mal y dijo

- Apresurense, no quiero tener olor a vómito en uno de mis autos - la persona que iba conduciendo asintió - Si ese animal llega a vomitar le tocará limpiar a ustedes - el hombre que iba de copiloto lo miró con asco y le dijo al piloto que condujera más rápido y así lo hizo

- ¿Qué va a pasar conmigo? - hable en voz alta - Y Emma y mi querido Ashton, se preocuparán por mi, van a llamar a la policía y te van a meter a la cárcel por secuestro -

- ¿Quién es Ashton? - preguntó el - No creo que sospechen nada si tus padres le mienten correctamente, lo cual harán - Y déjame decirte niña que no puedo ir a la cárcel

- Claro que puedes, todos pueden - le contradije yo

- Ya me cansaste con tus preguntas - sacó un pañuelo de su bolsillo y lo colocó sobre mi nariz, mi vista se fue nublando mientras veía los ojos de este hombre, cayendo así en un profundo sueño.

Desperté sintiendo un dolor en mi cabeza, me levanté rápidamente y me encontraba en una habitación blanca con un gris oscuro y una enorme ventana que daba hacia el bosque, decidí buscar alguna manera para salir de aquí pero la puerta se encontraba cerrada desde afuera, la ventana si estaba abierta pero no sería muy conveniente saltar desde esta altura ya que me haría daño.

- Rayos y ahora como saldré de aquí - me dije a mi misma dando un recorrido visual por toda la habitación

- No lo harás - dijo Mario entrando en la habitación - Este es tu nuevo hogar y no podrás escapar de aquí nunca, al menos no sin que yo te encuentre - me miró amenazadoramente mientras se acercaba a mi, me agarro de la cintura y hundió su cara en mi cuello - Eres Mía -

- Eh eh eh alto ahí - dije mientras lo empujaba y yo retrocedía - Yo no soy de nadie y no te atrevas a volver a olerme así, pareces un perro, ni Claw hace eso - puse la peor cara de desagrado que tenía - Por cierto, quiero a mi perrito, ¿Dónde está? -

- Ese animal se encuentra abajo, le diré a alguien que te lo traiga - dijo este mientras se dirigía hacia la puerta - Ni se te ocurra querer escapar, porque no lo lograrás -

Yo giré los ojos ante lo que dijo

- Quien eres tu para darme órdenes - dije con enojo

- Soy tu mate y tu futuro esposo, así que si no quieres meterte en problemas conmigo más vale que te comportes niña, no suelo ser muy paciente y odio que no me obedezcan - salió del cuarto dejándome total y completamente confundida, quien se creía que era ¿Futuro esposo? ¿Mate?. Creo que este hombre está realmente loco

Luego de un rato escucho como abren la puerta por la que anteriormente se había marchado Mario, observó como una señora anciana entra junto con Claw y una bandeja de comida la cual se veía muy deliciosa, tenía un hambre que me mataba, lo único que había comido en todo el día era un vaso con jugo de naranja y ya estaba bastante oscuro, ¿Por cuanto tiempo estuve dormida?

- ¡¡Claw!! Mi pequeño lobito - dije con emoción corriendo hacia mi cachorro quien movía alegremente su cola - Estaba preocupada por ti, pensé que ese loco te había hecho algo - Claw me lamió toda la cara, en ese momento recordé que una señora se encontraba ahí así que retome mi postura y la miré

- Buenas noches señorita, mi nombre es Amanda y el Alpha Carter me mandó a que le deje algo de comer - dejó la bandeja sobre la mesita que se encontraba entre dos sillas y se dedicó a desdoblar una nota que había sobre la bandeja - Me dijo que le diga que... Coma esta comida y que mañana tendrán una reunión ambos para dejar las cosas claras y para despejar las dudas que tenga usted - Ella continuó leyendo - También dijo que todas sus cosas se encuentran en el armario y que puede usar el baño que se encuentra dentro de la habitación, lo último que dice es que la estará vigilando y que no intente nada estúpido -

- Bueno pues gracias por la comida Amanda - dije amablemente - Dile a ese loco idiota que deje de ser tan raro y que me deje en paz -

- De nada señorita...? - dijo ella alargando la última palabra

- Isabella - le respondí yo - Isabella Castle

- Bonito nombre, bueno me tengo que ir señorita Isabella, espero que disfrute de la comida - dijo Amanda mientras se dirigía hacia la puerta con la nota en su mano - Me temo que se me dificultará darle su mensaje al Alpha Carter pero igual lo intentaré

- Gracias - le dije - Oye espera por que le dices Alpha - pero mis palabras se quedaron en el aire ya que Amanda ya se había marchado - Bueno.... Quieres comer Claw - este movió su colita y me dirigí a la mesita para comer de esta apetitosa comida.

Una vez que terminé de comer me dirigí hacia una de las puertas que se encontraban en la habitación y me encontré con un baño muy bonito, abrí la otra puerta y había un enorme armario en el que ya se encontraban acomodadas todas mis cosas, este armario tenía una conexión con el baño lo cual me pareció muy bonito pero, pero no debo contemplar mucho estas cosas ya que no me quedaré aquí mucho tiempo.
Agarre una pijama y ropa interior para ir a bañarme. Termine de bañarme, me puse mi pijama y busqué por el baño y me encontré un cepillo de dientes, lo use y salí del baño, me acosté en la cama esperando que dormir me haga olvidar todo lo que viví el día de hoy.

Casada con el lobo©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora